FÚTBOL / REAL VALLADOLID
Un regalo para Mendilibar
El Real Valladolid cae frente al Eibar (3-1) después de diez minutos desastrosos que le condenan con dos goles
La imagen del partido fue la de José Luis Mendilibar durante la segunda parte. Todo pancho en su banquillo y con cara de tranquilidad. Un retrato de que el encuentro de ayer fue simplemente un paso más hacia el final de una temporada demasiado atípica. ‘Mendi’, en otras circunstancias, no se hubiera comportado así.
Criticar la actitud de un equipo que, con el segundo menor presupuesto de la categoría, ha sellado su permanencia dos jornadas antes, pudiera ser muy osado. Pero la realidad de Eibar fue que el conjunto de Sergio González ya piensa en las vacaciones. Solo se salvaron los 20 primeros minutos en los que se tuvo la posesión y los diez últimos en los que tuvo las ocasiones. El resto fue para olvidar. Un partido de altibajos, con errores graves de concentración que costaron dos goles.
La alineación de urgencias que tuvo que hacer Sergio hizo aguas en el centro del campo. El doble pivote formado por San Emeterio y Matheus estuvo perdido y sin crear ocasiones. Se echó mucho de menos la valentía y la entrega de Kike Pérez. Los extremos, Toni y Hervías, acudían una y otra vez a buscar la vida. En ataque, dos islotes olvidados en la batalla, Sandro y Ünal. La lesión de Kiko Olivas provocó que Moyano pasara a jugar de central. Más madera.
Fue una lástima el primer tanto del Eibar. Un remate de Bigas tras la salida de un córner, sí, de nuevo desde esa posición, que los defensas fueron incapaces de frenar.
El segundo gol armero fue un cúmulo de mala suerte o de indisciplinas. Las redes sociales se cebaron con Caro, pero no fue el portero quien tuvo la culpa del gol. En alevines se enseña que nunca hay que dar un pase a contrapié a tu guardameta y entre los tres palos. Fede San Emeterio lo hizo y dejó vendido a un Caro que sigue con su mala suerte. Eso sí, tuvo varias paradas de mérito en la segunda parte. Ahora bien, parece que ya está marcado y la dirección deportiva ya busca un portero que haga la competencia a Masip para la próxima temporada.
El tanto blanquivioleta no fue más que un reflejo del partido. Guardiola le rogó a Ünal (hecho sobre él) lanzar el penalti para quitarse el lastra de una pésima segunda vuelta. Lo tiró mal, pero aprovechó el despeje de Yoel para anotar y arreglar sus números (siete goles). En esa jugada, la defensa del Eibar demostró que también estaba pensando ya en la playa.
Sergio regaló media hora a dos canteranos:Víctor y Samu. No así para Alende. ¿Era necesario que jugaran? ¿Por qué no jugó el central y sí lo hizo Moyano? Por suerte no hubo que lamentar lesiones y estarán el domingo (20.00 horas) ya disponibles para jugar en Marbella contra el Barcelona B.
Con el tiempo ya cumplido llegó el tercer tanto tras un penalti de Nacho. De Blasis impidió que Samu se estrenara por la puerta grande. Demasiado castigo para lo visto en los últimos minutos.
Lo único que estaba ayer en juego en Ipurua era el dinero por mejorar la clasificación, de momento no se sube. El choque terminó a las 20.30, media hora antes de que Leganés y Mallorca se jugaran la vida por no descender a Segunda. Nadie se cambiaría por ellos. Por lo tanto, lo de ayer fue un mero tramite y el trabajo ya está hecho. El domingo se pondrá el punto final a la temporada postcoronavirus.
P.D. El arbitraje de Soto Grado fue de lo peor del año. Con algo en juego hubiera sido para clamar al cielo