Apoteosis en la ciudad
Varios centenares de aficionados festejan por todo lo alto la permanencia en la Plaza Zorrilla
Los aficionados del Real Valladolid celebran la permanencia, anoche, junto a la fuente de la Plaza Zorrilla.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS
Alborozo en Vallecas y en Valladolid. La celebración por la permanencia tuvo dos escenarios. En Madrid jugaron los 14 futbolistas que empleó Sergio durante el partido y apoyaron los 1.500 aficionados desplazados a Vallecas pero la fiesta continuó por la noche en la capital vallisoletana. Minutos después de finalizar el partido comenzaron a llegar seguidores del Pucela a la Plaza Zorrilla, escenario habitual para festejar los éxitos del equipo. Muy cerca de donde 30.000 almas celebraron la pasada temporada el ascenso se vivió ayer otra jornada inolvidable. No podía ser de otra manera. El último equipo que llegó a Primera División y con el presupuesto más bajo de la categoría acababa de sellar la permanencia a falta de la última jornada.
La fiesta se animó a medida que llegaban nuevos hinchas, quienes a su vez contagiaban el entusiasmo a los ciudadanos que transitaban por la Plaza Zorrilla y las inmediaciones. Nadie era ajeno a la fiesta porque el éxito del Real Valladolid lo es también de la ciudad y de sus vecinos. La magnífica sintonía entre los jugadores y la afición merecía las escenas de júbilo que se vivieron. Anoche era el momento idóneo para que la alegría se desatase. Nadie se acordó del VAR y de las numerosas ocasiones que ha perjudicado al Pucela. Las injusticias en el terreno de juego no han sido suficientes para derribar este sólido muro que es el Valladolid.
Los aficionados blanquivioleta, con la Federación de Peñas al frente, han dado otra nueva lección de cariño a los colores y de exquisita deportividad cuando las cosas pintaban mal. Los seguidores han estado al lado del equipo cuando más lo necesitaba y ayer transformaron una noche cualquiera de mayo en otra muy especial para brindar por lo que supone la continuidad del Real Valladolid en Primera.
PUNTO DE ORO DEL VALLADOLID B. El filial del Real Valladolid empató ayer en su visita al Guijuelo (0-0) y sigue dependiendo de sí mismo para conseguir la permanencia en el grupo I de Segunda B. Una victoria en los Anexos en la última jornada ante el Fabril, colista y ya descendido, le serviría para evitar la plaza de playout, que le obligaría a jugar una eliminatoria decisiva.