FÚTBOL
Goles como la mejor medicina
La Fundación Eusebio Sacristán y el Hospital Clínico sellan la creación de un proyecto piloto para promover la actividad deportiva
Juan Carlos, Alberto y los doctores del Hospital Clínico Uribe y Vadillo.-E. M.
Los pacientes del Hospital del Día Infanto-Juvenil del Hospital Clínico Universitario de Valladolid se sumarán en mayo a tres de los grupos de la Escuela de Fútbol Inclusivo Fútbol para Todos de la Fundación Eusebio Sacristán, como proyecto piloto de cara a establecer la actividad de forma continuada para toda la próxima temporada. Serán los días 2 de mayo con el equipo que se entrena en Parque Canterac, el 14 de mayo en Rondilla y 29 de mayo en El Palero, de 16 a 17 horas, bajo la batuta del director de la Escuela de la FES, Juan Carlos Rodríguez.
Esta colaboración se enmarca en el acuerdo que han firmado el director gerente del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Francisco Javier Vadillo, y el presidente y representante del Patronato de la Fundación Eusebio Sacristán, Alberto López, para realizar actividades de promoción de la salud, formación y desarrollo de actividades deportivas y culturales.
En los últimos años, desde el
Hospital de Día Infanto-Juvenil se ha observado una tendencia al sedentarismo entre los menores, motivado por el rechazo que han sufrido en los diferentes ámbitos deportivos. La dedicación excesiva a los videojuegos junto con su tendencia al aislamiento social provoca un empeoramiento en el desarrollo de sus habilidades sociales y motrices.
La propuesta se lleva a cabo para fomentar el deporte, y con ello, favorecer el desarrollo adecuado del cuerpo y de la mente de los menores. En los niños y en los jóvenes, el ejercicio físico resulta fundamental para el correcto desarrollo y maduración de su estructura ósea y muscular.
El Hospital Clínico de Valladolid fomenta la integración de los menores en las diferentes actividades de ocio, por lo que con este acuerdo pretende que los niños y los adolescentes puedan desarrollar el deporte en un entorno seguro, donde los técnicos son capaces de adaptar las necesidades de cada menor.