Diario de Valladolid

En el filo de la navaja

Un Aula Alimentos de Valladolid espeso pasa del sonrojo al éxtasis con un triunfo a tres segundos para el final después de ir perdiendo ante Morvedre durante todo el encuentro

Cristina Cifuentes intenta capturar un balón de forma acrobática ante el Morvedre.-EL MUNDO

Cristina Cifuentes intenta capturar un balón de forma acrobática ante el Morvedre.-EL MUNDO

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Pocos, más bien nadie se hubiera atrevido a pronosticar una victoria del BM Aula Alimentos de Valladolid tal y como se estaba desarrollando el partido ayer en Sagunto. El conjunto de Miguel Ángel Peñas, en una caricatura de sí mismo, estuvo a merced de su rival durante 59 minutos.

Pero los partidos duran 60 minutos y como ocurriera en el duelo de la primera vuelta el Aula resucitó de sus cenizas para sacar una victoria posiblemente en su partido más grisáceo en lo que va de campaña.

El marcador (16-17) habla por sí solo de la falta de ‘punch’ de las vallisoletanas de cara a portería, sobre todo en una primera mitad totalmente aciaga, llena de despropósitos y con unos guarismos de los que habría que tirar de hemeroteca para no ser los peores de su historia.

Los seis goles al descanso, el último de Bea Puertas sobre la bocina, indican la espesura ofensiva de un Aula que volvió a echar de menos a una pivote pura como Eli Cesáreo y que se desangró, otra vez, desde los extremos. Sólo la aparición milagrosa de su portera Lulu Guerra, la única que se salvó de la quema general, evitó un desastre mayor.

El sonrojo de las vallisoletanas, que pareció no haber asimilado su última derrota ante Málaga, fue más que evidente. Tocaba sufrir y remar en un partido trabado y lleno de imprecisiones en el que ambas porteras, Sonora Solano por el Morvedre y Lulu Guerra por el Aula, ejercieron de flotadores de sus respectivos equipos.

En una carrera clara contra el reloj el Aula no se vino abajo, sin duda su gran y único valor en el partido de ayer, y apoyándose en su defensa aceleró en el tramo final para enjugar unas diferencias que alcanzaron hasta los seis goles en la primera mitad (10-4) y cinco en la segunda (12-7).

Con un parcial de 0-3 en los últimos cinco minutos la joven Mónica Gutiérrez París puso el empate a 1.30 para el final y Bea Puertas, en un calco casi perfecto de la primera mitad puso el definitivo 16-17 a tres segundos de la conclusión.

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