Diario de Valladolid

FÚTBOL / REAL VALLADOLID-OSASUNA (ANÁLISIS Y OPINIÓN)

Sergio, el del milagro

La recuperación psicológica ha sido tan importante como las decisiones deportivas en la resurreción que ha experimentado el conjunto pucelano con su nuevo entrenador

Sergio González es aclamado por una aficionada a su llegada al estadio.-J.M. LOSTAU

Sergio González es aclamado por una aficionada a su llegada al estadio.-J.M. LOSTAU

Publicado por
Arturo Alvarado
Valladolid

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Resulta curioso y a la vez esperanzador comprobar cómo las últimas corrientes sobre la preparación deportiva no se centran en las cuestiones físico-técnico-tácticas, sino en las psicológicas.

El deporte profesional ha llegado a tal grado de especialización que todos sabemos lo que debe pesar un jugador, los kilómetros que corre en cada sector del campo, los pases que ejecuta bien y mal en diferentes minutos y ante situaciones variadas... pero ha olvidado a la persona. Al ser humano. Pasa en general como en el mundo de la empresa. El tan denostado paternalismo ofrecía al menos un lado humano que ahora se ha olvidado. Somos números, rendimiento, variables. Somos entes cuantificables.

Un entrenador de la vieja escuela ya retirado, cuya máxima sofisticación es usar el móvil para llamar, me contó que se llevaba bastante mal con un jugador de calidad pero escasa aplicación. Tenía que jugar porque era bueno, pero daba mucho menos de lo que podía.

Un día el hijo del futbolista se puso malo. Podía ser grave. El jugador y su mujer, que no eran de la ciudad, estaban solos en el hospital. Hasta que llegó el entrenador, que pasó la noche en vela con el jugador.

El chaval mejoró y le dieron el alta. Y desde entonces el jugador se comió el campo. Eso no entra en parámetros, estadísticas ni curvas de rendimiento. Eso está en la cabeza y en el corazón. Es humanidad. Y psicología.

No tengo la noticia de que Sergio haya acompañado a ningún familiar de un jugador suyo al hospital, afortunadamente. Pero sí les ha hecho sentir importantes, haciéndoles ver que no son piezas de un engranaje ni jugadores de futbolín a los que se maneja atravesados por una barra.

El nuevo técnico les ha abierto su cabeza y su corazón. Ha propuesto una forma de juego en la que cree, ellos la han aceptado y los resultados han reforzado a ambos. Una forma de juego en la que cuentan con libertad, creatividad y capacidad decisoria. Cualquier propuesta táctica debe fomentar el poderío individual, la imaginación, lo que se sale de lo habitual y por tanto es inesperado. Y siempre en bien del equipo.

Sergio no ha introducido grandes novedades tácticas. Ha juntado líneas y colocado un mediocentro ofensivo y otro defensivo en lugar de dos de estos. Pero ha conseguido obtener la mejor versión de la temporada de absolutamente todos los jugadores.

Calero y Olivas ya no parecen cojos. Ni Míchel, Nacho y Toni gente sin sangre que busca el final de la Liga para irse de vacaciones. Plano está en todas. Hervías no ahorra un esfuerzo. Borja se multiplica. Mata demuestra que marca igual, aunque el equipo defienda más atrás. Masip aparece cuando hace falta. Y los del banquillo no bajan el nivel.

¿Qué ha cambiado? Sus cabezas. Las del mejor equipo de Segunda en la actualidad.

MÍCHEL, ÁLEX Y ¿GUITIÁN?, BAJAS

Ausentes en Zorrilla. Míchel es baja ante el Sporting, al ver su quinta amarilla. El resto pone los contadores a cero. Tampoco estará Álex Pérez, por el mismo motivo. Con Guitián hay penalización económica, pero el Sporting podría pagarla.

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