Diario de Valladolid

Doble celebración y adiós

El portero del Recoletas Javi Díaz cumplió ayer 43 años, el sábado jugará su partido número 500 en la Asobal y anuncia su despedida de la élite en Valladolid, la ciudad en la que debutó

Javi Díaz, portero del Recoletas Atlético Valadolid-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

Javi Díaz, portero del Recoletas Atlético Valadolid-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

Publicado por
Guillermo Velasco
Valladolid

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Es sin lugar a dudas uno de los grandes ilustres del balonmano nacional. Un portero que ha dedicado más de media vida a un deporte, el balonmano, que ha ejercido de pócima de la eterna juventud. Ayer Javi Díaz, el portero del Recoletas Atlético Valladolid y una de la columnas vertebrales sobre las que se sujeta el equipo de David Pisonero, cumplía 43 años.

Un cumpleaños que tendrá continuidad el próximo sábado en Huerta del Rey. Y es que el veterano portero del Recoletas disputará su partido número 500 en la máxima categoría del balonmano español en el duelo que enfrente a su equipo con el BMGuadalajara. Javi Díaz accederá al privilegiado ‘Top 12’ de la Asobal igualando la marca del desaparecido José Luis Pérez Canca. Por delante del portero de los ‘gladiadores’ quedarán solo once jugadores, todos míticos del balonmano de ayer y hoy, cinco de ellos ya retirados (Álamo, Lozano, Barrufet, Malumbres y Ávila) y seis en activo (Moyano, Garabaya, Juanín, Aguinagalde, su compañero Fernando Hernández y Hombrados).

Javi Díaz se muestra satisfecho del camino recorrido en estos 25 años desde su debut en una Asobal en la que sin embargo solo ha disputado 18 de esas 25 temporadas. «Para nada me hubiera imaginado que iba a llegar hasta aquí. Y más entonces cuando un jugador llegaba como mucho a los 30 o 35 años. Es un orgullo entrar en este ‘club’ de ilustres. Y verte al lado de esta gente que ha ganado tantas y tantas cosas, la verdad es que te reconforta», indicaba ayer.

Javi Díaz, tras pasar posiblemente los momentos más delicados de su carrera profesional las pasadas navidades cuando se desató la tormenta que llevó al cambio de entrenador, solo tiene palabras de elogio y agradecimiento a Valladolid, su segunda casa. «No he visto un club con la profesionalidad y la seriedad de Valladolid. Los servicios médicos, el trato, el cobro al día, el cuidado de los pequeños detalles... Venir a Valladolid fue un acierto», reconoce.

Pero el final de Javi Díaz esta cerca, muy cerca. Apenas siete partidos de Liga (ascendería un peldaño al igualar al ex portero de Granollers Vicente Álamo) y la Copa del Rey para despedirse de Valladolid y... de la élite. «Está muy claro, clarísimo. Ya lo sabe el club. El año pasado ya lo tenía decidido pero mi mujer me regaló en la misma última reunión con el club un año más. Voy a ser padre y regreso a casa. Está decidido. El club ya lo sabe que no seguiré», indica muy seguro.

El portero titular del Recoletas Atlético Valladolid confesaba ayer a este periódico que quiere despedirse de la élite en la ciudad en la que recibió la alternativa. «Igual soy un poco romántico, de esos que ya no quedan, pero quiero despedirme del balonmano de primer nivel en Valladolid. Debuté aquí con 18 ‘añines’ con el Academia Octavio y quiero dejarlo aquí también», reconoció.

Javi Díaz cerrará la puerta a la Asobal aunque no quiere retirarse aún. «Me veo jugando uno o dos años todavía pero no a este nivel, no en la Asobal. Me han llamado ya varios clubes de Galicia y les he emplazado al mes de mayo para hablar».

El portero quiere disfrutar ‘bebiendo’ sus últimos sorbos en la elite. «Me gustaría salir de aquí, de Valladolid, lo mejor posible. Me quedan dos cosas por hacer en este club. La primera está casi conseguida, como es asegurar la permanencia. La segunda está en la Copa del Rey, competición en la que tengo depositada mucha ilusión, igual que el club».

Aunque prefiere pasar página, Javi Díaz, parece haber encontrado la alegría con la llegada al banquillo de David Pisonero. «¿Más tranquilo ahora que con Nacho González? Igual que antes. No era un problema mío. Y ya dije que si yo era el problema que me marchaba. Tenía muy claro que no iba a poner en una mala situación al club. Tengo la conciencia muy tranquila con todo lo que pasó. Ha sido un borrón y quiero olvidarlo. Estamos muy bien ahora y es con lo que me quedo», concluyó sin ánimo de airear trapos sucios ni crear polémica.

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