Diario de Valladolid

REAL VALLADOLID-TENERIFE (ANÁLISIS)

La importancia de ser lateral

La presencia ofensiva de Antoñito y Nacho provoca un juego alegre y vistoso que ilusiona a la grada de Zorrilla / Cambio radical de Luismi convertido en el mariscal del centro del campo

Jaime Mata frena la pelota con el pecho ante la presencia de Carlos Ruiz.-J.M. LOSTAU

Jaime Mata frena la pelota con el pecho ante la presencia de Carlos Ruiz.-J.M. LOSTAU

Publicado por
J. I. Fernández

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Muy poco tiempo ha tardado Luis César Sampedro en cambiar la imagen de este Real Valladolid. La grada así lo vio ayer. Nada tiene que ver con el equipo tedioso de Paco Herrera. Un cambio que radica fundamentalmente en la presión que ejercen los jugadores, la garra en cada acción y en el juego desplegado en las bandas por los laterales.

Históricamente a la posición del lateral siempre se le ha otorgado una importancia relativa; probablemente eran los jugadores con menor capacidad técnica del equipo, pero aquí ocurre lo contrario. La presencia ofensiva que tienen Antoñito y Nacho provoca un juego vistoso, alegre y con numerosas ocasiones de gol. Todo esto hace que Mata sea otro. La afición lo comprobó con una despedida entre aplausos. El madrileño no ha realizado una metamorfosis respecto a la pasada campaña, simplemente los envíos que le llegan desde la banda son útiles.

Pero en este sistema de juego, con los laterales tan adelantados, cobra un protagonismo especial la presencia del doble pivote. Yahí Luismi también parece otro. El triángulo formado por el andaluz, Borja y Michel da seguridad, mantiene la posesión del balón y ejerce presión sobre el rival. Mención aparte el trabajo de un incombustible Ibán Salvador al que el técnico le está sacando lo mejor y solo le falta saber controlar su temperamento que provoca tarjetas inútiles. Su trabajo junto a la calidad de Hervías provoca una pregunta. ¿Quién se acuerda de Jose?

El entrenador gallego dio continuidad al equipo que ganó en Sevilla con el único cambio de Míchel por Cotán. El equipo de Luis César Sampedro ganó al de Martí en todo. En lo táctico, en lo futbolístico y en la garra. El Valladolid hizo un encuentro de 9,5. La defensa cada vez está más conjuntada y segura, y solo Guitián dio ayer muestras de debilidad.

La entrada de Óscar Plano, Toni Villa y Asier Villalibre sirvió para dar oxígeno y continuidad a un juego que por momentos fue brillante y sobre todo, ilusionó a la grada.

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