El club no se vende

Carlos Suárez, propietario y presidente del Real Valladolid, señaló ayer a este diario que no ha recibido ninguna oferta de empresarios para comprar el club. Inversores de varios países han fijado su punto de mira en el fútbol español, algunos han pedido precio a dirigentes de clubes de Primera y Segunda División y hay quienes ya han comprado acciones.

Pero a las oficinas de Zorrilla no ha llegado oferta alguna, como afirma Carlos Suárez de forma rotunda. El máximo responsable del Real Valladolid sale así al paso de noticias relacionadas con el interés de empresarios dispuestos a poner su dinero para quedarse con la propiedad del club. «No voy a contestar a chorradas y estupideces de gente que sólo quiere que se hable de ellos. Quiero hablar de cosas serias y ahora sólo estoy pensando en el partido contra el Nàstic», añadió.

No es la primera vez que al propietario y presidente del club blanquivioleta se le pregunta por la posibilidad de que ponga a la venta el club. Suele ser una de las primeras interrogantes a la hora de hacer balance al final de cada temporada y la respuesta siempre ha sido la misma.

Suárez dio un firme paso adelante en el verano de 2011 para comprar el Real Valladolid a sus anteriores propietarios. La rueda de prensa que había convocado levantó gran expectación porque el pensamiento general de periodistas y aficionados apuntaba a su posible marcha pero Suárez sorprendió a todos. Había puesto encima de la mesa todo su patrimonio con la intención de evitar la desaparición del club. Suárez reiteró ayer a este diario que mantiene intacta su entrega al Valladolid. «Ya dije en su día que no iba a ser una rémora para el club».

Empresarios de multitud de países traen su capital al fútbol español con el afán de hacer negocio y quedarse con su propiedad o adquirir acciones pero de momento nadie se ha dirigido a Carlos Suárez para preguntarle por su pensamiento sobre el Valladolid.

Suárez, molesto al escuchar si había recibido un ofrecimiento para poner a la venta el Valladolid, reiteró que no ha llegado «ninguna oferta». El presidente vive con más pasión que nadie cada partido del Pucela. Tras el 0-4 frente al Levante y enfadado no sólo por la goleada, sino también por ver a muchos aficionados abandonar el estadio tras el cuarto gol, señaló entonces que hay mucha gente que depende del club.