La Santboiana no quiere Zorrilla

La final de la Copa del Rey de rugby está tomando un cariz de Guerra Fría con tres bandos en liza: Santboiana, El Salvador y la Federación Española, todos atentos a los movimientos de los demás hasta que se conozca en qué coordenadas se disputará la batalla por la Copa.

Mientras que Valladolid sueña con repetir la histórica imagen del año pasado, con Zorrilla tras el telón, en Sant Boi alzan la voz para que el trofeo no se moje con aguas del Pisuerga. El club catalán ha comunicado oficialmente (ya lo hizo en radios y en declaraciones a este diario) que no quiere que la final se juegue en Valladolid. «Sería bueno para el rugby que se viera que no sólo Valladolid es capaz de organizar un evento así», explica el presidente de la Santboiana, Miquel Martínez.

El club catalán lanza una pregunta al aire y propone Madrid como un buen escenario para ser sede de la final del 30 de abril. El estadio de Vallecas, con 15.000 espectadores, ya albergó una semifinal de la Copa Ibérica; un precedente que se apunta a su favor la Santboiana. Sin embargo, el club barcelonés ha lanzado su lazo hacia Vitoria, donde ya ha mantenido contactos con el Ayuntamiento y el C.D. Alavés para barajar la posibilidad de que Mendizorroza se convierta en el escenario de la final. Una idea que ha gustado en la capital alavesa, donde la afición del rugby es lo suficientemente amplia para cumplir con la idea de fiesta del rugby que se quiere imponer.

El problema que se encuentra el rival del SilverStorm El Salvador en la final copera es el dinero… y el tiempo. «Estamos trabajando contrarreloj para presentar una alternativa a Valladolid. Tenemos que hacer números, pero puede suponer unos 40.000 euros; por eso decimos que desde la FER se tiene que centrar más en que sea un evento al que acuda la máxima gente posible que en recaudar dinero», demanda, en una llamada de apoyo a la Federación Española para que respalde la idea de la neutralidad. La FER podría incluso desestimar las propuestas que lleguen antes del día 6 de marzo (fecha límite para presentar candidaturas y cumplir con lo expuesto en el pliego de condiciones) y ser ella de oficio la organizadora de la final.

Mientras en Cataluña juegan sus cartas, en Valladolid las armas se alinean para que Zorrilla repita como sede de la final. El Salvador y VRAC, enemigos tantas veces y aliados cuando la ocasión se merece, han formado una entente que respalda el Ayuntamiento de Valladolid ciegamente. «Todo Valladolid está alineado, hasta el Real Valladolid. El siguiente paso es confirmar que no es El Salvador el organizador de la final, sino el rugby vallisoletano, yendo de la mano», declara Juan Carlos Martín Hansen.

El presidente del SilverStorm El Salvador asegura que apoyaría una alternativa diferente a Zorrilla… en caso de existir: «La Santboiana tiene todo el derecho de pedir un campo neutral. Si la Federación encuentra un sitio para 25.000 personas y en las mismas condiciones, lo vamos a apoyar… pero no lo va a haber», estima. Hansen cree que Valladolid es, además, una opción que favorece a su rival copero: «Van a tener más repercusión que en ningún lado. Es falso que sea nuestra casa, que es Pepe Rojo. También es falso lo del número de seguidores (la Santboiana prevé que desplazar a 500 personas a cualquier sede sería un éxito) porque en otra sede tampoco irían el mismo número de seguidores. Creo que es beneficioso también para ellos. Yo a Miquel le dije que es mejor perder una final en Zorrilla que ganarla en Pepe Rojo, por la repercusión», concluye.