Dos portentos en la cancha

El Atlético Valladolid sumó un nuevo triunfo que le mantiene en la segunda posición. Esta vez, y a diferencia de la jornada anterior, tenía enfrente un rival menos cualificado y cumplió con el guión sin dar margen a la sorpresa y aunque fue muy superior, los ocho goles finales de diferencia no hacen justicia a los méritos del Maristas Algemesí, que se mantuvo siempre en el encuentro con una gran dignidad.

Ganó el equipo de Nacho González por disponer de más banquillo, más experiencia, más calidad y por tomarse el partido en serio. Ganó con algunos ataques fáciles, cuando el equipo local perdía un poco de intensidad y ganó también por la enorme actuación de Fernando y Roberto, que entre los dos facturaron casi la mitad de goles de su equipo con una actuación impecable, oportuna en los momentos comprometidos y sostenida a lo largo de todo el partido como referentes casi infalibles.

Arrancó muy bien el equipo vallisoletano, con ventajas de tres y cuatro goles, lo que obligó al técnico local a pedir su primer tiempo muerto con 3-7 después de que el Atlético Valladolid resolviese favorablemente sus siete primeros ataques. El equipo de Nacho González encontraba con facilidad situaciones de lanzamiento a la vez que defendía muy bien. Con todo, el Maristas Algemesí forzó un 6-7 y tuvo varias oportunidades para empatar, pero siempre se quedaron en la orilla.

Ya en la segunda parte las fuerzas del Algemesí flaquearon después de colocarse en el marcador con una diferencia mínima (19-20), con un tiempo muerto pedido por Nacho González. Fernando, con dos acciones que marcaron la diferencia, enterró los sueños locales. Para entonces, el Algemesí acusaba también las lesiones de Carlos Esquer y Andrés de Marcos.