El renacer de una galería en Valladolid
En el marco de CreaVA, el palentino Samuel Reales presenta la serie 'Sexilio' en la primera muestra que se celebra en Atalaya, el nuevo espacio expositivo del músico y fotógrafo Ricardo Suárez

Una mujer contempla algunos trabajos de Samuel Reales, en Atalaya.
«Hay historias que merecen ser contadas; realidades que deben ser mostradas. Es importante hacerlo. Hay que apoyar a quienes lo hacen, y más si son creadores jóvenes, de nuestra tierra, que se esfuerzan por generar algo de movimiento», reflexiona el músico y fotógrafo Ricardo Suárez, que en el marco de la nueva edición de CreaVA comienza a reescribir su historia como galerista. Lo que fue El Carrusel renace ahora como Atalaya, ya solo con él al frente, para mostrar en su primera exposición Sexilio, el valiente y necesario trabajo de Samuel Reales (Ávila, 1988).
Con una mirada que tiene tanto de poético como de documental, tan sobria como reveladora, el autor retrata a un grupo de personas que se han visto forzadas a abandonar su lugar de origen, al verse discriminadas en su propio entorno por su identidad, su expresión de género o su orientación sexual. Vidas casi siempre silenciadas, ignoradas, que el fotógrafo se esfuerza en visibilizar.
Palentino de adopción, hoy afincado en Puras, Reales se reconoce como alguien que necesita «entender las historias de intimidad y vulnerabilidad». «Me gusta acercarme a la gente, descubrir su humanidad, quitar poco a poco las barreras que todos levantamos para entender cómo somos. Y me gusta hacerlo a través de la fotografía, que para mí es como una herramienta para vivir, casi una obsesión», reconoce en declaraciones a este diario. «Continuamente estoy relacionándome con gente que siente de alguna manera la hostilidad», abunda el responsable de Sexilio, un proyecto que fue premiado en la cuarta edición del Certamen de Nueva Creación y Exposición Fotográfica ‘Expositivos 24’, organizado por el Ayuntamiento de León –sedujo a un jurado del que formaban parte Manuel Vilariño, Premio Nacional de Fotografía, y Sandra Balsells, Premio Ortega y Gasset, entre otros–. Este mes de mayo, Reales presentará el trabajo en la Fundación Díaz-Caneja de Palencia.

Uno de los protagonistas de 'Sexilio'
En Atalaya, una imagen de Reales sitúa al espectador frente a un solar en Monzón de Campos. No es caprichoso, pues muchos de los protagonistas de esta serie viven en entornos rurales. La estampa polvorienta transmite abandono, soledad, vacío. Los escenarios dicen mucho en Sexilio: rincones domésticos que remiten a un tiempo lejano, con viejos cuadros, sofás antiguos y paredes con gotelé; paredes que han perdido sus azulejos, castigadas por el tiempo, en las que busca apoyarse un joven con un vestido de raso; talleres sucios, recargados y herrumbrosos...

Algunas de las imágenes de 'Sexilio', en Atalaya.
«Me gustan las personas que tienen formas distintas de relacionarse con la sociedad, igual desde sitios que no están tan en el centro. Con rascar un poco, con hacer dos preguntas, la mayoría de la gente tiene ganas de contar, ganas de abrirse. A veces es una forma de terapia, de romper con la censura, de poner fin al miedo en un ejercicio de crecimiento», apunta Reales.
En Sexilio también se recogen las historias de María, Natalia, Chloe o Julio, recogidas por Teresa Castro: relatos de palizas y huidas, de viajes hacia la aceptación, de incomprensión familiar...