EXPOSICIÓN TEMPORAL
Una pintura de Luca Giordano para arropar la exposición de Luisa Roldán en Valladolid
Patrimonio Nacional cede la obra San Miguel y San Gabriel presentan al Niño Jesús a la Virgen María y San José del autor italiano para la muestra del Museo Nacional de Escultura
El Barroco español y el Barroco tardío italiano se encuentran en Valladolid. El Museo Nacional de Escultura se prepara para recibir algunas de las obras más importantes tanto de Luisa Roldán (Sevilla, 1652 - Madrid, 1706) como de otros autores coetáneos que influenciaron el estilo de la escultora sevillana. Entre ellos, se encuentra el pincel de Luca Giordano (Nápoles, 1634-1705) que, como Roldán, trabajaron en la corte de Carlos II. Ella lo hizo como escultora de cámara y él, como pintor. Dos ámbitos distintos que confluyen en imágenes con "expresiones simplistas y lenguaje cercano", según relata a este periódico Virginia Albarrán Martín, conservadora de Patrimonio Nacional.
Y es que este organismo público es el responsable de la cesión de la pintura San Miguel y San Gabriel presentan al Niño Jesús a la Virgen María y San José al Museo Nacional de Escultura como parte de la muestra 'Luisa Roldán. Escultora Real' que estará expuesta entre el 28 de noviembre y el 9 de marzo de 2025 en el espacio vallisoletano. La obra actualmente se encuentra en el Real Monasterio de las Descalzas Reales y se trata de un óleo sobre lienzo de 63x88 centímetros realizada en torno al año 1696, según indican desde Patrimonio Nacional.
Esta pintura de Giordano está enmarcada en el Nuevo Testamento, concretamente en la infancia de Cristo. En la misma se puede observar a los arcángeles San Miguel y San Gabriel, arrodillados, presentando al Niño Jesús a sus padres: la Virgen y San José, que aparecen también arrodillados para adorar a su Hijo. Al fondo, se puede observar un rompimiento de nubes con la figura de Dios Padre y algunos querubines. Tras los arcángeles, el buey y la mula. En cuanto a los elementos ornamentales que sustentan la obra, se vislumbra un marco moldurado en negro con filos dorados, uno trenzado y otro con motivos vegetales.
"No sabemos mucho ni su comitente ni su encargo. Es un tema muy curioso y muy pocas veces repetido, porque ya sabemos la inventiva creativa que tenía Luca Giordano. Es un cuadro bastante tardío debido a la técnica tan desecha y fluida que marca ya su estilo después de los grandes ciclos de pintura al fresco que empiezan a terminar en 1696. Creemos que puede ser un encargo del propio monasterio de las Descalzas, no solamente por su presencia en el mismo, sino porque se eligieron a los arcángeles San Miguel y San Gabriel como los grandes agentes de Dios a la hora de presentar al Niño a la Virgen, algo que demuestra la predilección que tenía esta comunidad de religiosas por los arcángeles", señala Carmen García Frías, conservadora de Patrimonio Nacional.
Ambas conservadoras coinciden en destacar los rasgos femeninos y formas apacibles, además de las expresiones simplistas, con lenguaje cercano, para llegar al espectador. "Esto era común tanto en La Roldana como en Giordano". La sevillana fue nombrada escultora de cámara en 1692, año en el que el pintor italiano vino a España. Ambos estuvieron amparados por Cristóbal de Ontañón y Enríquez, mecenas artístico y ayuda de cámara de Carlos II. "Fue el gran protector de Luisa Roldán, que consiguió introducirla en la corte a finales de 1689 y ya estaba bastante asentada cuando llegó Giordano", añade García Frías.
En cuanto a la relación iconográfica de ambos artistas, Albarrán destaca que "las composiciones de Luca Giordano y, en concreto, los San Miguel, están muy presentes en la escultora cuando está componiendo El arcángel san Miguel venciendo al demonio (1692). Ese ángel aterrizando sobre un solo pie, con el brazo levantado y a punto de descargar la espada sobre el diablo, viene directamente de estos modelos del barroco decorativo como Luca Giordano o Domenico Antonio Vaccaro. Y no solo los modelos, también las actitudes, que más que 'simplistas', yo diría sencillos o cercanos, porque hay que pensar también en que Luisa Roldán se encontraba en los últimos momentos del barroco decorativo y ya está introduciendo una sensibilidad distinta que luego va a eclosionar con la llegada de Felipe V y la llamada de otros artistas franceses e italianos con una estética más refinada y más calmada en sus actitudes que nos avanza de cierta manera un rococó que se dará en épocas posteriores".
Cultura
Luisa Roldán amplía su huella en el Museo Nacional de Escultura
Diario de Valladolid | El Mundo
"Cuando miramos el San Miguel tanto de Giordano como de Luisa Roldán, no vemos unas expresiones dramáticas. El ángel está calmado, como si no le estuviera suponiendo ningún esfuerzo aterrizar o descargar la espada sobre el diablo. Está sereno, como si estuviera realizando un paso de baile. El mayor dramatismo lo vemos en el diablo, pero no al mismo nivel que el dramatismo del Barroco del principio de las décadas centrales del siglo XVII. Por eso yo creo que está muy bien escogida esa relación entre Giordano y el San Miguel de Luisa Roldán", añade la conservadora.
Al hilo de ello, la restauradora Ana Loureiro Arias comenta las dificultades que tuvieron para rehabilitar la escultura del San Miguel de La Roldana, que por temas de tiempos y de logística no podrá estar expuesta en la muestra de Valladolid. "La restauración fueron casi dos años, porque la pieza es muy grande y era muy compleja. Cada ala es como un cuadro por las dos caras, con multitud de grietas y toda la dificultas que se suma al trabajo a las tres dimensiones de una escultura. Mide casi tres metros desde la base hasta la punta de la espada y pesa 157 kilogramos, por lo que la limpieza fue bastante complicada. Además, según los análisis, podría tratarse de un temple mixto, con lo cual, si limpiabas con medios acuosos, se iba, pero si limpiabas con disolvente, también se iba, así que tuve que hacer 'virguerías' para hacer la limpieza", comenta entre risas. De hecho, las labores fueron tan duras que, mientras limpiaba la pieza con un hisopo, Loureiro sufrió una lesión.
Sobre la conservación de la pieza pictórica de Giordano, Virginia Albarrán la califica de "estupenda". "Está en muy buen estado y no ha tenido que ser restaurada recientemente. En el año 2000 hicimos una gran campaña de obras de Luca Giordano de todo Patrimonio Nacional -el organismo cuenta con el mayor número de piezas del autor- y seguimos aumentando el número. Su conservación es fantástica y actualmente está expuesto en el museo de pintura del siglo XVII en las Descalzas Reales. Además, en diciembre de 2021 hicimos una remodelación de las salas y actualmente las obras del autor se encuentran presidiendo las mismas", concluye.