Diario de Valladolid

Teresa Lanceta hila en Valladolid un relato histórico de poder y violencia

Premio Nacional de Artes Plásticas, transforma la Capilla del Museo Patio Herreriano con ‘El sueño de la cólcedra’, trabajo centrado en lo textil que, como en las series que lleva a la Sala 9, bebe del pasado

Teresa Lanceta, hoy, en el MPH. | ICAL

Teresa Lanceta, hoy, en el MPH. | ICAL

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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El Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano sigue haciendo camino desde el rigor de unas propuestas que le han situado, según el Observatorio de la Cultura, como la segunda entidad más relevante de Castilla y León por la calidad de su trabajo. Esta mañana le abrió sus puertas a Teresa Lanceta (Barcelona, 1951), Premio Nacional de Artes Plásticas 2023, para transformar la Capilla de los Condes de Fuensaldaña con El sueño de la cólcedra , un relato de poder, violencia y muerte que atraviesa la historia de España, como se palpa en la Sala 9, donde despliega dos propuestas anteriores, La alfombra española siglo XV y El paso del Ebro .  

«Han sido casi dos años de trabajo», subrayó en la inauguración de la muestra el director del MPH, Javier Hontoria, rendido a la respuesta que dio Lanceta a su invitación para intervenir la Capilla. «Es muy poderosa, en lo visual, y fascinante, en el fondo», sentenció el responsable del museo. 

La artista quiso recuperar el sentido que tuvo inicialmente el espacio, del siglo XV, su uso funerario. Y se remontó a un tiempo anterior, a la España en la que convivían tres culturas distintas como la cristiana, la musulmana y la judía. De aquel convulso siglo XIII, el de la victoria de Alfonso VIII en Las Navas de Tolosa, los pocos restos textiles que quedan son los hallados en sepulturas como las del panteón del monasterio burgalés de Santa María La Real de las Huelgas

«¿Me pregunté qué aportó al textil cada cultura? El textil siempre me ayuda a encontrar el camino», reconoció la artista en la inauguración. Unos dominaron el bordado y otros, los procesos de tinte, advirtió rodeada de trabajos que evocan los dibujos que adornaban los pendones de los ejércitos, o de dibujos inspirados, por ejemplo, en el forro exterior del ataúd que cubrió los restos del descendiente de Alfonso X. Lanceta recrea con su pintura aquellos motivos para arropar sus figuras mutiladas, representación de aquellos que cayeron en la batalla... y que caerían siglo a siglo. 

Víctimas, todas ellas, de los deseos de poder, de riqueza y territorios, de sus gobernantes. Un ejemplo: en una vitrina, Lanceta dispone dos gramos y medio de kermes, polvo rojo extraído de un insecto con el que se fabricaba el color carmesí. «Era tan caro que sólo lo empleaban los reyes: costaba tanto como 70 kilos de lana», explicó la responsable del Sueño de la cólcedra , que amontona esa cantidad de hilo –con la que se vestían las gentes humildes– en un rincón contiguo.

Una imagen de la exposición. | ICAL

Una imagen de la exposición. | ICAL

Artista e historiadora, Lanceta despliega algunos de estos dibujos y tejidos sobre algunas mesas rectangulares que, como si fuesen sarcófagos en una capilla, también transforman el espacio. Con esas mesas, explicó, quiere evocar la forma en la que, ya en tiempos modernos, los familiares de los soldados perdidos en combate salían al encuentro de sus últimas pertenencias halladas en el frente. 

Y en una de esas mesas, para recordar los desastres de la guerra, despliega fotos antiguas o documentos como el del expediente de desaparición de un muchacho alemán al que se le perdió el rastro en alguna trinchera de la I Guerra Mundial, o cartas llegadas a la Oficina de la Guerra Europea.

Y en otra mesa trata de imaginar qué pudo pasar por la cabeza de Blanca de Borbón, muerta por orden de su esposo Pedro I de Castilla (siglo XIV), y de María Padilla, amante de éste, o de Leonor de Portugal, que también murió por decisión del monarca. Y para ello, pone voz a distintos textos de autoras del XX y XXI como Alejandra Pizarnik, Anne Sexton y Sandra Santana, textos que borda creando casi poemas concretos. «Para Teresa Lanceta, el textil no es una técnica, es un medio para dar forma a sus relatos», reivindicó el comisario de la muestra, Ángel Calvo.

Lanceta, que ha contado con la colaboración de los equipos de las Colecciones Reales de Patrimonio Nacional, así como de otras artistas como Ángeles San José, Leonor Serrano y Nader Koochaki, lleva a la Sala 9 dos series cuyo discurso encuentra también eco –y viceversa– en la Capilla, evocando por un lado aquellos años próximos a la modernidad en los que la fascinación por el arte islámico entre los nobles cristianos se daba a la par que su ardor guerrero, y, por otro, recordando los relatos de la lucha fratricida de uno de los episodios más cruentos de la Guerra Civil española.

La obra de Teresa Lanceta permanecerá en el Museo Patio Herreriano hasta el 9 de junio.

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