El Palacio de Pimentel recuerda la trayectoria artística de Pilar Marco Tello

La Sala de Exposiciones Teresa Ortega Coca del Palacio de Pimentel de Valladolid acoge la exposición ‘Pintura y Vida. Retrospectiva de Pilar Marco Tello (1943-2020)' hasta el 20 de agosto. La muestra recorre la trayectoria de la artista a través de una selección de las 114 obras donadas por la familia a la Diputación de Valladolid.

El diputado provincial Víctor Alonso, e Isabel María Rodríguez Marco, conservadora de Patrimonio Nacional e hija de la pintora Pilar Marco Tello, inauguraron ayer la exposición que reúne una selección de las 114 obras donadas por la familia para su integración en el fondo artístico de la Diputación de Valladolid.

La muestra recorre las etapas de su evolución pictórica, las diversas técnicas utilizadas (óleo, acrílico, técnica mixta), los diferentes soportes (lienzo, arpillera, tabla y papel). En el conjunto de su obra predomina la abstracción figurativa con la centralidad de la utilización del color.

Nacida en Zaragoza en 1943, Pilar Marco Tello, estudia Bellas Artes en Barcelona y Madrid. En 1976, traslada su residencia a Valladolid, en cuya Universidad ocupa la Cátedra de Didáctica de la Expresión Plástica en la Facultad de Educación, llevando a cabo numerosas exposiciones en galerías, cajas de ahorros y salas institucionales de la ciudad (Caja de Ahorros Provincial, Sala Grisalla, Casa Vieja de Simancas, Galería Evelio Gayubo, Casa Revilla, Sala del Teatro Calderón, Fundación Ana Jiménez, MUVA).

En los años ochenta y junto con otros artistas plásticos, poetas, músicos, videoartistas y amantes del arte de la ciudad, funda el Colectivo Koken con el que desarrolla una serie de actividades, conferencias, conciertos, seminarios, exposiciones, instalaciones y performances, que abundan en tendencias artísticas de vanguardia donde intenta integrar las distintas artes, principalmente la música con las artes plásticas y los medios de expresión audiovisuales. Entre sus actividades, realizaban el ciclo de música contemporánea denominada Musi-Koken. Pilar Marco Tello destacó como artista plástica y animadora y protagonista de la vida cultural vallisoletana durante casi tres décadas, y en el impacto y la recepción que tuvo ese protagonismo.

En la pintura de Pilar Marco Tello destacan los rasgos personales y el valor expresivo del cromatismo y las texturas naturales de los materiales empleados. La energía, incluso violencia, de la pincelada, su ritmo y dirección, su intensidad y extensión, la utilización personal de materiales inicialmente no pictóricos (polvo, tierras, colas, etc..) son elementos que hacen de cada pintura de Pilar Marco Tello, una obra única y de los componentes factores básicos de su expresividad.

El color como aquel componente plástico que más expresamente puede poner de manifiesto en Pilar Marco Tello, tanto su relación con la naturaleza exterior, cuanto su vida interior, sus sentimientos y emociones, es decir su naturaleza interior. El color es difícil de controlar, dependiendo muchas veces del gesto, del impulso, emanación del cuerpo y de la inspiración de la artista. Recordemos las carreras de Pollock sobre la tela, se ofrecen como la ritualización artística de esta esperanza: la libertad.

De todos los componentes de una pintura, el color es tradicionalmente el menos objetivo, el más ligado a las variaciones producidas por la manualidad del artista y el más difícilmente reducible a un significado nítido, es el más expresivo. Pilar Marco Tello, logra reducir la pintura a unos elementos mínimos, pero desde la misma naturaleza del color. El cromatismo tiende a alcanzar los valores de intensidad y autonomía que tenía a principios del siglo XX, en la pintura naturalista y adquiere tanta importancia como en ciertos simbolistas y posteriormente en los fauvistas. La pintura de Pilar Marco Tello se recrea en lo voluptuoso del color, se detiene en él, juega con la luz de otra manera, porque es una luz fundamentalmente que parte del color, y no una luz impresionista, aunque se advierten o se rastrean sus destellos y sus huellas.

En la obra de Pilar Marco Tello conviven las dos tendencias de la pintura contemporánea: la figurativa y la abstracta. Hipotéticamente, se trata de una obra figurativa que, sin embargo, se transforma en áreas cromáticas de difícil legibilidad desde el punto de vista del mero título. El color, más que la composición o cualquier otro elemento, es el referente de una continuidad con diversas tradiciones.