Pablo Quijano levanta en el LAVA un Chéjov libre para hablar de identidad
«Somos más de lo que hacemos para que se nos quiera», reivindica el joven actor y director palentino, que presenta este sábado en Valladolid ‘La gaviota o los hijos de’
El Laboratorio de las Artes abre sus puertas este fin de semana, por primera vez, al joven director palentino Pablo Quijano , ganador en 2021 del Premio Castilla y León de la 34 Semana de Cine de Medina del Campo por su cortometraje Marinera de luces . El próximo 3 de diciembre (20.30 horas) llegará a Valladolid con su versión libre de un clásico de Chéjov: La gaviota o los hijos de.
«Este trabajo, desde que comenzó hasta ahora, resume mi propia evolución, mi salto como actor a director y mi crecimiento posterior, de ser un engranaje más de la maquinaria a ser el capitán del barco», admite Pablo Quijano (Saldaña, 1996). A finales de 2019 ya trabajaba en una versión cinematográfica y underground de La gaviota , con Daniel Suquet, Maru Valdivielso y Tábata Cerezo y él mismo como actor. «Al final, los propios proyectos te hablan y te indican el camino a seguir. Empecé, de forma natural, a volcarme en la dirección y descubrí que me llenaba más», evoca el palentino, que se había desempeñado como ayudante de director en montajes de Ernesto Caballero y de Karina Garantivá .
Con el cambio, explica Quijano, el proyecto adquirió una «dimensión metateatral», componiendo un juego de espejos, autoreferencial, en el que el trabajo de Valdivielso y Suquet era prolongado y correspondido por el de cuatro intérpretes más, además de la propia Tábata Cerezo –que sí salta de la pantalla a la escena, para dar vida a la primera–: Alejandro Jato, Xoán Fórneas, Fede Coll y Olivia Baglivi , que sustituye en el repato a Georgina Amorós . Actores jóvenes que ruedan una película en un teatro, interpretando a su vez la ficción que un día levantaron Valdivielso, Suquet y Cerezo.
Trágicas pérdidas, sueños truncados, el anhelo de la fama fácil... y la presión de quien quiere escoger su propio camino más allá de las expectativas que otros imponen. «Chéjov, de alguna manera, siempre me acompañará. En La gaviota o los hijos de están sus inquietudes: qué es el talento, dónde está, quién lo decide... Eso tiene mucho que ver con las expectativas que tiene la gente. Y qué ocurre cuando uno vive a la sombra de alguien, con los hijos de los famosos, por ejemplo. ¿Pueden definir la identidad de alquien ese talento y ese origen? Eso es lo que queremos abordar», apunta Quijano. « Hoy, parece que todo se trata de hacer, de demostrar, de aparentar. Y somos más de lo que hacemos para que se nos quiera », reivindica el joven autor, que ha contado con la candidata a un Premio Max, Lucía Carballal ( Una vida americana ), como asesora en la dramaturgia.