Diario de Valladolid

María San Miguel: «El teatro nos ha de enfrentar a lo que no queremos mirar»

La actriz y directora vallisoletana presenta en el LAVA, junto a su madre, ‘I’m a survivor’, montaje sobre la pérdida, el miedo y las luchas invisibles, marcado por la muerte de su padre

María José Santos y María San Miguel, en el montaje.

María José Santos y María San Miguel, en el montaje.

Publicado por
Julio Tovar
Valladolid

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Dos actrices y una ausencia que lo atraviesa todo, que apuntala una historia sobre miedo, resiliencia, lucha, entrega abnegada y defensa de lo colectivo, de lo público . Dos mujeres, madre e hija, y el recuerdo del marido y padre fallecido en mayo de 2020. La intérprete, dramaturga y directora vallisoletana María San Miguel (1985), responsable de la compañía Proyecto 43-2, presenta este sábado en el LAVA I’m a survivor (20.30 horas), estrenado hace un año en el Festival de Otoño de Madrid.

Teatro documental. Cuando presentó el proyecto al Festival de Otoño que dirige Alberto Conejero, para participar en su 38 edición, San Miguel trataba de contar la historia de supervivencia de su padre, que había derrotado a tres cánceres y acababa de vencer al Covid-19 . «Fantaseaba con estar con él en escena. Su cuerpo era un documento de la naturaleza, de la huella que dejan las enfermedades», evoca la actriz y dramaturga, que iba a encarnar un papel femenino en representación de todas aquellas mujeres que, de una u otra forma, se dedican a cuidar del otro. Pero su padre murió por una trombosis, mes y medio después de superar el coronavirus. «Mi madre fue quien dijo que había que sacar el montaje adelante; ya no estaba él, pero sí ella», recuerda.

Hija y madre, María San Miguel y María José Santos, se enfrentaron a la muerte del ser querido a través de la escritura. «Pensamos sobre qué contar y qué no. Hablamos mucho. Hablamos de la muerte y del duelo, y no solo en pandemia. Es algo de lo que nunca se habla, cuando la muerte de un ser querido te rompe la vida. El teatro nos tiene que enfrentar a lo que no queremos mirar, también a estas luchas que forman parte de la vida cotidiana », advierte la responsable de Viaje al fin de la noche , que en I’m a survivor también rinde tributo a la sanidad pública. «Hay que defenderla con uñas y dientes frente a los recortes. Estoy orgullosa de haber recibido una educación en casa que defiende lo colectivo», celebra la actriz.

Al final, el relato individual encajaba en el colectivo, la historia por la vida de Bernardo San Miguel –y de los suyos– no podía separarse de la de tantos otros, por semejanza, por proximidad. « I’m a survivor también habla de la vida, de la lucha que mis padres y sus amigos, en los pueblos de Castilla y León, llevaron a cabo para transformar una España franquista en una democrática. Muchos de aquella generación, que tanto luchó por construir, han muerto en este tiempo por la pandemia o por enfermedades que no han podido ser bien atendidas. Quería reivindicarlos», proclama San Miguel, cuya memoria se asienta en rincones familiares de Medina del Campo, Aldea mayor de San Martín, Tutela de Duero y Carpio. 

Unas raíces que ha aprendido a querer, con la muerte de su padre. «Me considero una mujer de mundo, pero al morir él he tenido una conexión fuerte con todo eso que me conforma, he descubierto la importancia de esta España vaciada. Es como reclamar, documentar desde el escenario, que hay miles de vidas que pasan fuera de los focos mediaticos, que importan », reivindica.

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