El tiempo no consigue aguar la fiesta del libro

A pesar de que desde primeras horas de la mañana el día amenazaba lluvia y los libreros alzaban recelosos continuas miradas al cielo, el tiempo no logró aguar ayer la gran fiesta del libro. Tampoco la coincidencia con la fiesta de Villalar impidió que miles de vallisoletanos se dejaran llevar por el buen ambiente que reinaba en la plaza de España y se acercaran a lo largo de todo el día en busca de las últimas novedades literarias brujuleando entre los 28 puestos instalados atraídos, también, por el reclamo del descuento del 10% en las compras.

Ayer, la marquesina de la plaza de España cambió la tradicional venta de frutas, flores y verduras por la de libros. Cada librero realizó una selección especial de su fondo para conmemorar este día. Y aunque la mayoría coincidía en señalar que este año la elección estaba más difícil que en ediciones anteriores, sabían que en sus estantes no podían faltar títulos como Una historia de España, de Arturo Pérez Reverte; Yo, Julia de Santiago Posteguillo; Papel y tinta, de María Rey o Tú no matarás, de Julia Navarro. Javier Castillo también fue uno de los autores más buscados en el género de ficción con Todo lo que sucedió con Miranda Huff.

A distancia, una retahíla de títulos sin una clasificación clara poniendo de manifiesto los gustos eclécticos de los vallisoletanos. El goteo de visitantes fue continuo en la Plaza España pero también en la Acera de Recoletos donde la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión desplegaba sus joyas literarias convirtiéndose en un auténtico paraíso primaveral para los bibliográfos. Tan solo a la hora del vermú se dibujó una menor afluencia de público. Las tradiciones también son sagradas para los lectores.

«Este año ha habido muchísimas novedades por lo que es muy complicado destacar un solo libro», señalaba el propietario de la librería Margen, quien apuntaba entre los más solicitados el último Premio Planeta Yo Julia, de Posteguillo, Reina Roja de Juan Gómez Jurado o Los colores del infierno, de Pierre Lamarche.

También el 23 de abril constató el buen momento que están viviendo los libros nacidos al amparo de las redes sociales y de los youtubers, como confesó la propietaria de ‘Los Arcos’.

Títulos como Tik tak Draw, La misión de Rox o El puzzle de cristal, de Blue Jeans, eran los que buscaban ayer María, Paula y Lucía, tres adolescentes que también se acercaron hasta la librería ‘El sueño de Pepa’ para que David Galán Aparicio ‘Redry’ les firmara Abrázame los monstruos.

Marco Antonio Blanco, de ‘Don Quijote’ enumeraba los éxitos del día: Tus pasos en la escalera, una inquietante novela de suspense psicológico de Antonio Muñoz Molina o Papel y tinta, de María Rey. Este último lo compró Carmen como regalo para el Día de la Madre, aunque también intuía y celebraba que después de su madre, el libro pasaría a sus manos.

La jornada no lectiva invitaba también a los más pequeños a disfrutar de la fiesta. «El público infantil tiene muy claro lo que quiere y es algo estupendo», dice Cristina Bustos de la librería ‘Papel o Tijera’. Carlota a sus 7 años ya es «toda una devoradora de historias», como confesaba ayer su madre. En una mano, una bolsa cargada de libros de princesas, dragones, tres títulos de la colección La diversión de Martina y dos de El pollo Pepe para su hermano y su primo. En la otra, el ‘Dulce Libro’, obsequio de los confiteros de Valladolid.

Otros fieles paseantes son Javier y Ana. Cada año acostumbran a regalarse un libro. En esta ocasión fue Carvalho. Problemas de identidad de Carlos Zafón para él y La vida a ratos, de Juan José Millás, para ella.

Entre tantas novedades, asomaban entre los estantes de la librería Sandoval clásicos de la literatura universal, libros para despertar la conciencia social, de historia o tratados sobre política como Antifa: el manual antifascista de Mark Brey o Los campos de concentración de Franco, de Carlos Hernández de Miguel. Y es que la magia de los libros también está en su diversidad.