Soledad Mallol: «hay que manejar muy bien el humor de jardiel, es muy serio»

Hay apuestas que rara vez fallan. Una es llevar un clásico de Jardiel Poncela a las tablas, atacado en su época por su ironía, acidez y humor absurdo, y venerado con el transcurrir de los años por obras como Angelina o el honor de un brigadier, Un marido de ida y vuelta o Los ladrones somos gente honrada. No es difícil encontrar en las carteleras del país comedias suyas como Cuatro corazones sin freno y marcha atrás o Usted tiene ojos de mujer fatal. El Teatro Zorrilla acoge hoy sábado (20.30 horas) uno de sus títulos más emblemáticos, Eloísa está debajo de un almendro, llevado a escena por Saga Producciones (La hermosa Jarifa).

Con un reparto que incluye a Fernando Huesca, Cristina Gallego, Mario Martín y Soledad Mallol, la versión –reducida– está firmada por Ramón Paso, nieto del dramaturgo Alfonso Paso y biznieto del mismísimo Jardiel Poncela. Dirige Mariano de Paco.

«Hay que manejar muy bien el humor de Jardiel, porque es un humor muy serio. Hay que creérselo, sin caer en gracietas. Me siento como pez en el agua con él», reconoció a este diario Soledad Mallol, una de las componentes de Las Virtudes. «Jardiel me ha gustado siempre muchísimo. Cuando casi no tenía libros en casa no faltaban sus obras completas», aseguró la actriz, que ya estuvo en Valladolid actuando con Angelina o el honor de un brigadier.

Eloísa está debajo de un almendro retrata la alocada relación entre dos familias unidas y enfrentadas por un crimen antiguo. Mujeres que aman al hombre misterioso y desprecian lo ‘corriente’, hombres empeñados en viajar sin salir de la cama, presuntos asesinos...

«En esta obra uno no sabe qué va a pasar. Hay mucha intriga. Y no falta la crítica, porque sus personajes son una banda de locos, encarnan a la sociedad, y hasta los criados acaban contagiándose de la locura de los señores de la casa. Uno acaba viendo como normal las cosas más locas de cada familia», subrayó Mallol.