David Galán debuta con ‘Orígenes secretos’ en la novela

«En lo que menos fe tienen los españoles es en los héroes. Mientras en Inglaterra se escribía sobre el rey Arturo, nosotros escribíamos El Quijote. Sólo concebimos que haga el bien un loco». La cita es de uno de los personajes de Orígenes secretos (Stella Maris), el debut literario del cineasta abulense David Galán Galindo, coautor de los largometrajes colectivos Al final todos mueren y Pixel Theory, director de infinidad de cortos que acumulan numerosos premios, además de guionista de programas como ‘Sé lo que hicisteis…’ o ‘En el Aire’, de Buenafuente.

La novela, deudora según reconoce a Ical de obras como la novela gráfica de Alan Moore Watchmen o el largometraje de David Fincher Se7en, entre multitud de referencias, desgrana la historia de David, un joven policía recién llegado a Madrid, que se ve obligado a colaborar con Jorge Elías, un entrañable friki dueño de una tienda de cómics, para resolver una serie de atroces asesinatos que recrean los orígenes secretos de los superhéroes clásicos. En la trama se verán envueltos además Cosme, el padre de Jorge y compañero de David, un policía al que obligan a jubilarse contra su voluntad, y una policía aficionada al ‘cosplay’ llamada Patri.

Orígenes secretos es un original thriller que reflexiona sobre la fascinación que producen los superhéroes, al tiempo que plantea al lector un juego de espejos que difumina los límites que separan ficción y realidad. Según subraya, el germen de la novela es su frustración por considerar que «en España los superhéroes autóctonos no nos los creemos». «Consumimos mucho superhéroe americano, pero quizá por nuestro carácter cínico somos incapaces de dar credibilidad a alguien haciendo el bien porque sí en la Gran Vía. Sin embargo, no hay problema en asumir todo tipo de crímenes a través de la novela negra, por eso decidí plantear el relato como un thriller urbano, con un asesino en serie, que me da pie para reflexionar sobre por qué nos fascinan los superhéroes como concepto, pero creemos que en España no funcionarían», explica.

La novela, además, está concebida como un canto de amor y reivindicación del frikismo, que concibe como una «manera de ver la vida».