Velázquez, Napoleón, Santa Teresa y Alfonso XIII, huéspedes ilustres

El pintor Diego Velázquez fue uno de los ilustres hospedados en el Palacio. Lo hizo al igual que todos los artistas e intelectuales desplazados por el traslado de la Corte a Valladolid, y aunque no llegaron a alojarse es plausible que genios como Gregorio Fernández, Francisco de Quevedo, Luis de Góngora, Rubens o Miguel de Cervantes también visitaran el inmueble real de San Pablo.

Pero antes de que el autor de ‘Las Meninas’ pisase los aposentos de Felipe III, Santa Teresa de Jesús habitó el Palacio invitada por la marquesa de Camarasa cuando la religiosa llegó a Valladolid para fundar en 1568 el primer convento de la reforma de la Orden del Carmen.

Durante de la Guerra de la Independencia el Palacio tomó auge al transformarse en 1808 en el centro neurálgico desde el que se dirigía la política militar del norte de la Península. Por ello alojó a a altos jefes de los ejércitos francés y aliado, como Napoleón y Lord Wellington. El emperador corso residió en enero de 1809 y entre sus paredes siguió con preocupación el balance de bajas del sitio de Zaragoza y preparó sus inminentes guerras centroeuropeas en los frentes del Danubio y de Alemania, antesala de su ocaso humillante y definitivo en el frente ruso (1812-1814).

El hermano del general galo, el monarca José Bonaparte, también residió en el Palacio Real entre el 23 de marzo y el 2 de junio de 1813, en el que fue último de sus cinco años de reinado. Un siglo más tarde, el Palacio acogió al general Baldomero Espartero.

La última estancia regia fue en mayo de 1921, con motivo de la visita a la ciudad de Alfonso XIII acompañado de su esposa Victoria Eugenia, la reina madre María Cristina y el resto de la Familia Real.