El comercio languidece en Castilla y León con la peor caída de las ventas en 5 años

El comercio minorista languidece en Castilla y León desde hace años. Los empresarios del sector están cansados de dar la voz de alarma y las administraciones tratan de poner remedio con planes sectoriales, pero miles de pequeños comercios en las nueve provincias no dejan de cerrar sus puertas, sustituidos por las grandes superficies comerciales y las ventas online, que acumulan seguidores.

Así lo demuestran los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cuyo último estudio coloca a la Comunidad a la cola de España. Así, las ventas del comercio de Castilla y León cayeron un 1,5% en agosto, mientras que en España registraron un avance interanual del 3%, una tasa 1,3 puntos inferior a la del mes anterior. Es el peor dato en la evolución de las ventas del comercio minorista del país, que subieron en tasa anual en quince comunidades autónomas en agosto y bajaron solo en dos, Castilla y León y Navarra.

Siguiendo con la comparativa de agosto, Castilla y León también arroja el peor dato si se compara con el indicador anterior a la pandemia del Covid. Las ventas del comercio minorista han bajado un 5,37% desde agosto de 2019, la mayor caída de todas las comunidades autónomas. Solo se le acerca Extremadura, con un -4,05%, ambas muy lejos de la progresión nacional del 7,14% desde esa fecha.

Distintos son los datos si se trata del acumulado en lo que va de año. De enero a agosto, las ventas del comercio al por menor subieron un tímido 1,3% en Castilla y León, un dato que también es peor dato que la media de España (3,7%), y es el segundo peor de la tabla, solo por encima de Asturias, que solo crece un 1,1%.

En los últimos tres ejercicios la Comunidad está en los puestos de cola en el acumulado, la segunda con menor crecimiento acumulado entre enero y agosto de 2023 (-1,7%) y el cuarto menor en 2024 (0,7%).

Distintos son los datos de ocupación, pues el comercio minorista de Castilla y León la elevó medio punto de agosto de 2024 a agosto de 2025, lo que supone 1,5 menos que en España donde la empleabilidad creció un 2%, una décima por debajo en este caso que la registrada en julio. A nivel nacional, con el repunte de agosto, el empleo en el comercio minorista suma 48 meses de incrementos interanuales consecutivos, mientras que con el repunte interanual de las ventas la facturación del comercio minorista acumula 14 meses consecutivos de alzas.

Respecto a años anteriores se puede decir que el índice de ocupación en Castilla y León ha subido un 4,7% desde agosto de 2019, frente al incremento nacional de 7,34%. Es un dato que sorprende, ya que parece casar mal una reducción de ventas del 5,37% en negativo con un incremento de la ocupación del 4,7% en positivo.

La consejera de Industria, Comercio y Empleo, Leticia García, reconoce que los datos no son buenos pero asegura que la Junta de Castilla y León trabaja para poner soluciones al sector. «Hay que tener en cuenta, cuando analizamos los datos de consumo, las fluctuaciones que se producen cuando analizas los datos mes a mes. En ese sentido se producen fluctuaciones muy importantes, por ejemplo lo hemos visto con este mes de agosto, esa caída de la media nacional de 8 puntos que sin embargo en Castilla y León ha sido de un 3%, es decir, hablamos de 5 puntos de diferencia», relata en respuesta a este periódico.

Fluctuación

«Estamos cinco puntos mejor que la media nacional, y si comparamos otros meses, por ejemplo, el mes de julio podemos ver que crecimos hasta 10 puntos, o el mes de marzo, que crecimos hasta 11,3 puntos», añade la consejera. «En lo que va de año es verdad, es cierto que hemos perdido peso en las ventas que han crecido por debajo de la media nacional en Castilla y León, pero lo cierto es que crecemos, ese es el dato cierto, hemos crecido en lo que va de año un 1,3, no obstante somos conscientes de las situaciones que afectan al consumo y al pequeño comercio y al comercio de proximidad, la incertidumbre, las dificultades para llegar a fin de mes de las familias, fundamentalmente debidas a la presión fiscal».

Son circunstancias que, «sin duda, retraen el consumo, y la pérdida de poder adquisitivo ha supuesto que comunidades como Castilla y León lo noten más. Nuestra situación geográfica, la dispersión, el envejecimiento de la población lleva a que esto se note más», remarca.

Leticia García asegura que desde la Junta de Castilla y León son conscientes de que «la situación que atraviesa el comercio en nuestra comunidad no es fácil, especialmente en el mundo rural, por eso estamos poniendo de nuestra parte todas las medidas posibles para apoyarles, sobre todo al comercio de proximidad y el comercio rural, pero también somos conscientes de que la mejora del pequeño comercio, del comercio presencial, del comercio rural pasa por también un apoyo por parte de los consumidores, que opten por este comercio a la vista de las ventajas que tiene», subraya. «Porque si el consumidor no apuesta por este tipo de comercio se complica la posibilidad de reactivación del comercio en Castilla y León».

El vicepresidente de la Confederación Empresarial Regional de Comercio de Castilla y León (Conferco) y presidente de la Agrupación Vallisoletana de Comercio (Avadeco), Rafael Monedero, muestra su preocupación por la evolución del sector: «No es que sea cuestión de este mes o el mes pasado o el último trimestre, es que recurrentemente, todos los meses, estamos entre los tres últimos a nivel nacional», lamenta.

«La serie histórica dice que si nosotros estamos en el índice noventa y tantos, y Madrid está en ciento sesenta y tantos, no es un problema de este mes, es de muchos meses, mucho tiempo acumulado. Nosotros nunca conseguimos un viento favorable en el nivel de ventas en Castilla y León», explica Monedero. «La Junta está preocupada, y nosotros como comerciantes, como colectivo, estamos preocupados.

Eso sí, el responsable de Avadeco y Conferco pone sobre el tapete las diferencias en las políticas públicas de las administraciones autonómicas cuando se trata de impulsar el comercio: «El dinero que hay en otras administraciones no tiene nada que ver con el que hay en Castilla y León», lamenta. «Hablamos con compañeros del País Vasco, con compañeros de Canarias, con compañeros de Valencia, y la dotación que tienen es mucho más importante, confían en las administraciones, confían en las organizaciones empresariales».

Monedero apunta que la solución del comercio en Castilla y León no pasa por el turismo, y compara lugares de sol y playa con otras del a Comunidad. «Se habla de zonas como La Palma que son de gran afluencia turística, y aquí resulta que Arroyo es una zona de gran afluencia turística porque tiene a Río Shopping», apunta para criticar que este tipo de normas en Castilla y León «no se hacen para atender a turistas, sino para atender las necesidades de los grandes».

«La receta mágica es más clientes más población, más renta, menos desempleo», señala. «Pero la población en Castilla y León no crece, la renta per cápita no crece, aunque parece que hay menos desempleo».

Concienciación

La solución a corto plazo está en campañas de concienciación y mejorar la oferta comercial, explica Monedero. «Pero lo que nos falta realmente es el lado de la demanda». Para paliarlo es bueno contar con campañas como los bonos de comercio. «Cada vez que salen con bonos funciona muy bien». Y es que ese lado, el de la demanda que hay que potenciar, «no depende de los comerciantes, depende de las administraciones. El IRPF, el costo de la energía, todo eso, mejorar la renta disponible para que se pueda gastar».

Tampoco es homogénea la marcha del comercio en las nueve provincias de la Comunidad. Si hay fuga de clientes del comercio de Valladolid hacia Madrid, ocurre lo mismo con otras provincias respecto a Valladolid. «En Valladolid tenemos la suerte de que nos viene gente de otras provincias. Así que si testeas un poco cómo está Zamora o cómo está Palencia, pues ya vemos que abandona hasta Zara. Y en Valladolid, que empiecen a cerrar comercios orientales, pues ya empieza a preocuparte», añade.

Monedero menciona en mal estado de centros que antaño tuvieron actividad, como Equinoccio, en Zaratán. «O mira cómo está Vallsur, que ha dejado de ser un centro comercial para ser un centro de ocio», lamenta. «Al final el comercio no puede pagar las rentas. Falta demanda».

El vicepresidente de Conferco hace una comparación con otras autonomías como Valencia: «El pasado sábado nos reunimos con la directora general de Comercio de Valencia. Nos contó que la población desde 1995 hasta 2025 en Valencia ha subido un 30%. Sin embargo, el ese tiempo en Castilla y León ha bajado un 2%», explica. «Claro, la solución real es llenar nuestras ciudades de personas».

Y es que, reitera, el problema no está en la oferta. «De hecho, hay sobreoferta comercial. Desde que se hizo Río Shopping tenemos más metros cuadrados por habitante de los que necesita la ciudad», opina Monedero. «La oferta comercial es amplia e incluso excesiva. Eso es lo que está provocando que muchos comercios se levanten».

Rafael Monedero añade una última receta, que pasa por la sensibilización: «Está cambiando la manera de gastar. La gente no se puede permitir comprar unos calzoncillos, pero se toma cinco vinos, o se va de viaje a no sé dónde. Está cambiando la manera de gastar en la renta disponible. Bueno, pues dentro de un tiempo no tendrás panadería, no tendrás, droguerías, y dentro de poco no tendrás un comercio cerca de tu casa. Solo te acuerdas de ellos cuando cierran», concluye.