Vox convierte el mapa de Valladolid en tricolor

Los resultados electorales del domingo permiten colorear el mapa de la provincia con una nueva tonalidad, la del verde de VOX, frente a la tradicional gama bicolor en azul y rojo que solía teñir Valladolid. La fuerte irrupción de la formación que lidera Santiago Abascal a nivel nacional deja tal estela que en los comicios autonómicos del 13-F consiguió alzarse como la fuerza más votada en una veintena de municipios.  

Destacan los casos particulares de Boecillo, Villanubla y Fuensaldaña, por ser los más poblados en los que VOX ha desbancado al bipartidismo. En el primer ejemplo, las 600 papeletas representan un apoyo del 28,26% sobre el total de sufragios emitidos; en el segundo, los 358 suponen el 27,86%; y, en el tercero, los 303 recabados alcanzan el 28,75%, según se desprende del análisis del escrutinio. 

El resto de enclaves que conforman el listado donde el verde se ha convertido en color predominante son Camporredondo, Castroverde, Cubillas, Geria, Manzanillo, Nueva Villa de las Torres, Puras, Quintanilla del Molar, Ramiro, San Martín de Valvení, Tamariz, Torrecilla de la Torre, Villalba de los Alcores, Villacarralón, Villán, Villarmentero y Villaverde. 

VOX, de hecho, cosechó votos en todas las poblaciones de la provincia vallisoletana, con la única excepción de Aguasal, donde el contador cerró a cero, y fue la segunda opción más elegida, por detrás del Partido Popular, en 56 casos, entre ellos Arroyo de la Encomienda, Simancas y Tordesillas. También en Barruelo del Valle, la única localidad con Ayuntamiento bajo sus siglas, tuvo que conformarse con la plata. Sin olvidar que se alzó como segunda fuerza, por detrás del Partido Socialista, en otros seis pueblos, entre los que destacan grandes enclaves del alfoz como Aldeamayor de San Martín, Cigales y Renedo. 

El definitiva, la candidatura que a nivel regional lidera Juan García-Gallardo se consolidó como primera opción en el 9% de los municipios de Valladolid, y como segunda en el 27,5%.

Más allá del notable crecimiento de VOX, el partido más votado en la provincia teniendo en cuenta el número de enclaves en los que se alzó como primera fuerza, fue el PP, pues se configuró como la opción elegida de forma mayoritaria por los vecinos de 139 pueblos, lo que supone que en el 61,7% de los municipios vallisoletanos el recuento dio la victoria a los de Mañueco. 

Entre los ejemplos más destacados –teniendo en cuenta la cifra de censados–, destacan Arroyo de la Encomienda, Medina del Campo, Tordesillas, Simancas, Peñafiel, Íscar o Pedrajas de San Esteban. Fue, además, la única candidatura que obtuvo avales en todas las localidades, sin excepción. 

El Partido Socialista, por su parte, se encumbró como la opción más votada en 56 localidades del territorio vallisoletano, es decir, en el 24,8%, entre ellas la capital (con 3.216 votos de diferencia con los populares y 23.440 más que VOX) y grandes núcleos de la provincia y del alfoz, como Laguna de Duero, La Cistérniga, Tudela de Duero, Zaratán, Medina de Rioseco, Aldeamayor, Cabezón de Pisuerga, Renedo y Santovenia. No logró ni un respaldo en Villabaruz, Puras y Manzanillo. 

En todo caso, en el recuento final de votos los de Tudanca se convirtieron en los más votados en Valladolid hasta sumar 85.317 sufragios, el 31,35% de los emitidos en total el domingo, frente a los 102.662 (34,72%) logrados en la cita autonómica de 2019.

El PP, por su parte, perdió 3.505 apoyos –de los 87.357 a los 83.852– y VOX ganó más de 34.000 adeptos –de 20.296 pasó a 54.305–, mientas Ciudadanos se desplomó –de los 52.225 de entonces a los 18.801 de ahora–. Esa pérdida de respaldos a la formación naranja se refleja de forma clara sobre el mapa, pues los de Igea no consiguieron posicionarse como la fuerza más votada en ninguna de las 225 localidades de la provincia. Además, el partido que lidera Inés Arrimadas a nivel nacional no cosechó ningún voto en una veintena de pueblos y en 26 núcleos apenas logró una papeleta.

Una situación similar se repite al analizar los resultados de Unidas Podemos, pues los de Pablo Fernández se quedaron ‘a cero’ en treinta pueblos de la provincia y en otros 32 ejemplos únicamente sumaron un apoyo. Eso sí, en este caso la formación morada se convirtió en la opción mayoritaria para los vecinos de la pequeña localidad de Almenara de Adaja, ya que los cinco respaldos representan el 33,3% de los votos emitidos. La formación perdió incluso en Castronuño, a pesar de acudir al municipio la vicepresidenta Yolanda Díaz durante la campaña.

El recuento final les permitió, al menos, conseguir un procurador por la provincia, que en la pasada convocatoria no alcanzaron. El único de la coalición entre Podemos, Izquierda Unida y Alianza Verde que se sentará en el hemiciclo autonómico.

Más allá de los partidos que han obtenido representación en la provincia, destaca el escaso eco de España Vaciada en el territorio vallisoletano. Su papeleta pasó desapercibida en 47 localidades, es decir, no logró apoyos en uno de cada cinco pueblos, y en otros 41 enclaves únicamente logró el sufragio de un vecino. 

Si no hay variaciones en el calendario, la próxima cita con las urnas será para elegir a los representantes municipales y, aunque el sentido de la votación varía, el mapa de las autonómicas puede servir para constatar los movimientos en el escenario político. Resta más de un año para saberlo.