Valladolid se cuela junto con Burgos y León entre las universidades más transparentes de España

Las universidades públicas de Burgos (UBU), León (ULE) y Valladolid (UVA) están entre las diez más transparentes de España, según el examen realizado por la Fundación Compromiso y Transparencia (FCyT), que analiza la información que publican de manera voluntaria en la página web los 49 centros superiores del país.

La UBU se cuelga la medalla de oro al incorporar nuevos indicadores y modificaciones en los métodos de evaluación. Obtiene 49 puntos sobre los 54 totales. El podio lo completa la Universidad de Cantabria con 48 y la Rey Juan Carlos con 47 puntos. El top ten del ranking también tiene sello castellano y leonés. En la décima posición están empatadas las de León y Valladolid.

Salamanca se sitúa a la cola al conseguir solo 33 puntos. En concreto, ocupa el puesto 18 ex aequo con la Universidad de Las Islas Baleares, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Forma parte de la categoría de translúcidas, que engloba al 47% de los centros públicos del país.

Las universidades privadas de la Comunidad tampoco salen muy bien paradas del estudio. Todo lo contrario. De hecho, la Católica de Ávila se queda en la penúltima posición, con nueve puntos, y solo por encima de la menos transparente, que es la Alfonso X el Sabio. En la posición 20 de 22 están IE University, con un campus en Segovia y otro en Madrid, y la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC), con 10 puntos. La ‘ganadora’ entre las perdedoras a la hora de mostrar datos relevantes en sus páginas web es la Pontificia de Salamanca (UPSA). Obtiene 16 puntos, 31 menos que la triunfadora de la clasificación, que es la Central de Catalunya, que cumple al 98% los indicadores prefijados. Todas se incluyen dentro de la categoría de opacas.

Hay un dato que llama la atención del informe. La USAL es el único centro de España que tiene desactualizada la información sobre memoria económica. Es verdad que sí que aporta datos sobre los estados financieros y las cuentas generales, pero no lo hace de su correspondiente auditoría.

Sin salirse de este apartado, la ULE junto con la Politécnica de Valencia publica el presupuesto de este año, por ello alcanza una transparencia del 100% en este indicador. En cuanto los estados financieros cumple de manera parcial porque publica los datos de 2017 y se deja en el tintero los de 2018. No obstante, en esta área el nivel de cumplimiento es elevado. Una de las razones es que se ha incluido la calificación de parcial, lo que hace que el 96% de los indicadores se formaliza en alguna medida.

La UVA cumple con 18 de los 37 indicadores de información de la clasificación –un 17% más que en la anterior evolución–. El mismo número logra la ULE. Eso sí, con claras diferencias en los epígrafes. El centro vallisoletano aprueba en datos del plan estratégico, personal contratado, bandas salariales por categorías, órganos de gobierno, reuniones y acuerdos del consejo de gobierno y del consejo social, publicación de sus estatutos, oferta y demanda de plazas de matrícula, evolución de la demanda de plazas, perfil de los profesores, nivel de endogamia, canales de comunicación, becas, publicación del presupuesto detallado, resultados de investigación, rendimiento académico, posicionamiento en rankings internacionales, alumnado extranjero y empleabilidad.

León, por su parte, mejora gracias a sus aportaciones en el plan estratégico –lo presenta por primera vez–, personal contratado, bandas salariales por categorías, órganos de gobierno, reuniones y acuerdos del consejo de gobierno y del consejo social, publicación de estatutos, informes de control, entidades dependientes, oferta y demanda de plazas de matrícula, evolución de la demanda de plazas, perfil de los profesores, profesores extranjeros, canales de comunicación, becas, presupuesto, resultados de investigación, rendimiento académico y posicionamiento en rankings.

En los puestos de salida está la USAL, calificada como traslúcida. Su cumplimiento es del 61%. Falla en el primer epígrafe, el del plan estratégico. También lo hace en informes del consejo social, informes de control, perfil de los docentes e investigadores, nivel de endogamia, memoria de la información económica, auditoría y resultados de investigación.

Es llamativo que el informe de control solo hay tres universidades de España que lo publiquen, entre ellas dos de la Comunidad. León y Burgos, junto con Las Palmas de Gran Canaria, dan ejemplo.

Todos los centros proporcionan información sobre las ayudas económicas y becas disponibles para los alumnos, así como en la atención y comunicación del alumnado. Sin embargo, en el indicador de ayudas económicas y becas se ha observado cómo un considerable grupo de centros públicos no solo informa sobre la existencia de dichas subvenciones, sino que ofrece información sobre las cantidades totales que los alumnos de la institución han recibido ese año. Salamanca es la única que lo hace de la región. Pero en España también marcan la cruz la Autónoma de Barcelona, la Carlos III de Madrid, la de Barcelona, la de Castilla-La Mancha, la de Jaén, la de La Rioja, la de Málaga, la de Murcia, la de Vigo y la de Zaragoza.

El examen incluye el análisis de 26 universidades privadas españolas, desprendiendo que tienen un amplio margen de crecimiento en el ámbito de la transparencia, con unos niveles de cumplimiento muy por debajo de las públicas. Solo tres centros son considerados transparentes. En el otro lado de la balanza, están las traslúcidas (38%) y la mitad de la muestra sigue en el grupo de opacas. En Castilla y León todas pertenecen a esta última categoría al sumar menos de 25 puntos.