Temprano exige a las instituciones que pasen del "diagnóstico a la acción" contra la despoblación

El secretario general de UGT Castilla y León, Faustino Temprano, exigió hoy a todas las administraciones que pasen “de una vez” del diagnóstico a la “acción” en las medidas para combatir la despoblación, si bien advirtió de que se necesitan presupuestos tanto estatales como autonómicos, informa Ical.

Así lo expresó durante la jornada “La España vaciada, retos y respuestas”, que se celebró hoy en Soria entre los actos conmemorativos del 130 aniversario de UGT y del 25 aniversario de UGT Castilla y León y que contó con la presencia del nuevo consejero de Empleo e Industria, Germán Barrios.

“Los diagnósticos ya están hechos, que se pase de una vez a la acción. Es hora de que todas las medidas recogidas en multitud de documentos se lleven a la práctica”, reclamó el líder ugetista, que señaló como fundamentales la existencia de voluntad política y de dotación presupuestaria. “Sin presupuesto, por mucho que se hable de despoblación, los problemas seguirán existiendo”, incidió Temprano.

Según el máximo dirigente de UGTCyL, “la despoblación no solo es un problema de Castilla y León” sino de España y de la Unión Europa. Por eso reclamó a todas las administraciones que tomen parte en la solución del problema poblacional de la España vaciada.

La Comunidad necesita unos presupuestos autonómico, reiteró Temprano, que recordó que éstos están condicionados por los estatales, por lo que exigió responsabilidad a los partidos políticos nacionales. En especial, se dirigió a PSOE y Podemos a quienes instó a que “dejen de jugar” y se pongan de acuerdo para formar gobierno y elaborar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado.

“No necesitamos otras elecciones, lo que hace falta es un gobierno estable para que de una forma inmediata se den soluciones a los problemas que, como trabajadores y ciudadanos, tenemos planteados”, argumentó.

Temprano concluyó que seguirán exigiendo que “se pase de las palabras a los hechos” al considerar que de no hacerlo los jóvenes seguirán marchándose, se cerrarán pueblos, y “eso es algo que Castilla y León no se puede permitir”.