El pleno pide a la Junta un impulso a la fusión de cooperativas agroalimentarias

La Junta de Castilla y León debe impulsar políticas de apoyo a la fusión de cooperativas agroalimentarias, promover acuerdos entre este tipo de sociedades, animar la inversión, la innovación y aprovechar ese potencial para ganar en competitividad y negociar en mejores condiciones dentro de la cadena alimentaria. Se lo pidió ayer las Cortes en pleno, en una Proposición No de Ley del PP que fue apoyada con ligeros matices por todos los grupos.

Tachada de poco ambiciosa por toda la oposición y por Ciudadanos, la Proposición busca también una mayor incorporación de mujeres a estas cooperativas con medidas que les permitan «adoptar un papel de mayor peso en sus explotaciones, en la participación de los órganos de dirección de las cooperativas, en los consejos rectores y en su gestión».

El popular Óscar Reguera puso cifras al sector: 1.100 cooperativas que emplean a 2.300 trabajadores y a las que pertenecen 77.000 socios, que representan a 40.000 explotaciones agrarias y ganaderas y cuya facturación supera los 2.460 millones de euros. «Tenemos muchas cooperativas y de escasa dimesnión, lo que resta a nuestro sector un mejor poder de negociación en los mercados y limita su potencial innovador, a la vez que condiciona la creación de empleo y el mantenimiento de la población en nuestros pueblos, especialmente de las personas jóvenes». Una advertencia que sirvió a los parlamentarios para exigir a la Junta que refuerce las medidas actuales de apoyo a la incorporación de jóvenes.

Se trata, según laProposición, de «lograr un sector más atractivo, rentable y competitivo, capaz de generar un relevo generacional de manera sólida y sostenible en el tiempo».

«No hay nada nuevo bajo el sol», ironizó el procurador de Ciudadanos David Castaño, quien planteó sin éxito una enmienda para que la Junta establezca ayudas a la sustitución temporal de la mujer como fórmula de conciliación. «Son necesarias discriminaciones positivas», añadió el parlamentario de la formación naranja.

Natalia del Barrio (Podemos) pidió que se apoye a las pequeñas cooperativas y no sólo a Urcacyl, como defiende la Proposición.

La procuradora socialista,Laura Pelegrina, criticó la política de la Junta de incorporación de jóvenes y mujeres al campo. Recriminó a la Consejería por no evaluar sus políticas y reclamó propuestas concretas con dotación presupuestaria.

MACROGRANJAS

Lo que no prosperó fue el intento de Izquierda Unida de que el pleno rechazara las macrogranjas. Sólo el Grupo Mixto y Podemos apoyaron la resolución que instaba a la Junta a evitar la instalación de estas explotaciones. José Sarrión cuestionó de plano el proyecto del grupo Navarro Valle de Odieta en Noviercas (Soria), que contaría con 20.000 vacas en cinco años, y el de Cerecinos del Campo (Zamora) de la empresa Innovaporc que pretende poner en marcha una explotación porcina que contará con 3.444 madres.

Sarrión pidió sin éxito a los procuradores que cuestionaran este modelo ganadero que pretende poner el sector en menos manos. El PSOE votó toda la proposición menos la prohibición de estas macrogranjas y defendió la coexistencia de ambos modelos. David Castaño (Ciudadanos) apostó también por la coexistencia de ambos modelos, pero se abstuvo en la votación, si bien acusó a Sarrión de «decir medias verdades», mentir para asustar al sector y de «hacer daño» a los ganaderos.