Los pisos cuestan 280 euros menos por metro cuadrado que en España
El sector asegura que existe «necesidad de vivienda» en la Comunidad pero que «falta capacidad de pago» para comprarla

Bloques de viviendas en el barrio vallisoletano de Parquesol.-EL MUNDO
Hay una explicación: el ritmo de compraventa de viviendas, aún siendo ascendente, es mucho más moderado en Castilla y León que en España. Los Registradores de España ponen de manifiesto que la Comunidad fue la autonomía que menos incrementó las ventas de propiedades a lo largo del tercer trimestre del año en relación al mismo periodo de 2016. En concreto lo hizo un 5,5%, frente al 15,6% nacional.
Las únicas responsables de esta subida fueron las viviendas usadas, con un repunte del 9,7%. Por contra, la venta de vivienda de primera mano sigue ‘aletargada’ y residual (sólo representa el 18% de las ventas globales). E incluso en ese trimestre sufrieron un descenso del 10%.
Siete provincias castellanas y leonesas, según este informe trimestral, se colocaron entre las diez provincias españolas con menores índices de crecimiento. Se salvaron Ávila, donde crecieron un 37% las compraventas, y Burgos, con una subida del 12,75%.
Si no se venden mas casas no será porque el precio sea un obstáculo. Y es que, según el presidente de la Confederación regional de la Construcción, Javier Vega, estos «se han ajustado mucho». En Castilla y León las viviendas se cotizan a 975 euros el metro cuadrado, según el último informe de la Sociedad Tasadora Tinsa. Son 280 euros menos por cada metro cuadrado que en España, y aunque han subido en el último año un 2,8%, lo cierto es que, desde que en 2007 se tocó techo, los pisos se han depreciado un 41%. Los más caros se venden en Salamanca, Segovia y Burgos. Los más asequibles en Ávila y en Zamora. Para Vega, la causa de que la compraventa no se reactive en mayor medida en la Comunidad no está en los precios, sino en que la población está envejecida y que «son numerosos los jóvenes que se marchan de la Comunidad». Eso obliga, en su opinión, a tener que rebajar las pretensiones de crecimiento.
Aún así, Vega sostiene que «necesidad de vivienda existe en Castilla y León». Lo que no hay es, en su opinión, «capacidad de pago para adquirirla» y eso lleva a muchos jóvenes a permanecer hasta los 35 años con sus padres. Sin embargo, insiste en que 2018 será un año «positivo,» para la economía en general y, por ende, para el sector; impresión que comparte con Jolín.
Un préstamo hipotecario ronda de media en Castilla y León los 89.653 euros. Nada que ver con los 161.701 euros que deben ‘rascarse’ los madrileños, ni siquiera los 115.778 euros de media del país. Son baratas, sí, pero lo son un 1,41% menos que hace justo un año, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística.
En mayor proporción crece el número de hipotecas firmadas. Las entidades financieras vuelven a conceder hipotecas. Los castellanos y leoneses vuelven a hipotecarse. De enero a septiembre, Castilla y León asistió a la firma de 9.198 préstamos hipotecarios para adquirir una vivienda, lo que supuso un 8,3% más que en el acumulado de los primeros nueve meses de 2016 –cuatro puntos por debajo de la media de España–.