«La universidad ha de ofrecer igualdad de oportunidades a todas las personas»

Puede pasar a los anales de la institución académica como la primera mujer en ocupar la silla del rector en sus ocho siglos de historia. María Ángeles Serrano (Valladolid, 1954), catedrática de Bioquímica y Biología Molecular y especialista en nutrición fetal, alteraciones de la función biliar y proteínas de resistencia a la quimioterapia, comenzó a ejercer como docente en la Universidad de Salamanca a mediados de los ochenta. Persona de confianza de Hernández Ruipérez –en sus dos mandatos ocupó los vicerrectorados de Investigación y de Internacionalización y asumió las funciones del rector cuando éste estaba ausente–, fue la primera en postularse como candidata al Rectorado. «Conozco muy bien la institución, por los cargos ocupados y por mi larga labor docente e investigadora. Puedo aportar mi capacidad de trabajo, mi integridad, generosidad, fuerte compromiso institucional, capacidad de diálogo y contactos», subraya.

Cualidades que adornan a una mujer que se define como una «ciudadana universal», que disfruta con los deportes que le permiten estar en contacto con la naturaleza, como el esquí y el submarinismo, y que aspira a vivir en una sociedad «justa», «igualitaria» y que defienda «el valor de la educación». Unos anhelos personales que se dejarán ver en su proyecto para la USAL, que define como «ambicioso pero realista», fruto del análisis de los datos sobre la situación actual de la universidad salmantina y de las aspiraciones de los diferentes colectivos que la conforman.

La investigadora vallisoletana quiere abrir la USAL a un mundo globalizado, para «absorber las buenas prácticas de sus socios y compartir las propias con ellos», así como generar «un ambiente renovado, más participativo y dialogante», con un programa que gire en torno a los miembros de la comunidad universitaria.

«Desde algunos sectores se propone el recorte de las becas para los estudiantes, pero yo quiero reforzarlas», advierte la catedrática, que contará en su equipo con Fernando Simón, Rafael Bonete, María de la Paz Sacristán, Juan Luis García Alonso, Marta del Pozo, José Manuel Muñoz, Rebeca Jiménez, Ovidi Carbonell y Carmen Tabernero.

Otros ejes fundamentales sobre los que levantará su candidatura son la puesta en marcha de medidas «que redunden en una mejora de la docencia» y de iniciativas que sirvan de «apoyo a la formación para favorecer el emprendimiento», según enumera la candidata.

A Serrano, que presume también de «valentía», parece no asustarle el hecho de que sólo una veintena de mujeres ha llegado a dirigir alguna de las universidades españolas, desde que en 1982 fuera nombrada rectora de la Uned Elisa Pérez. «Yo aspiro a la igualdad, pero no sólo en cuestiones de género: la universidad ha de ofrecer igualdad de oportunidades a todas las personas, con independencia de su origen social o étnico. Una universidad pública ha de respetar la diversidad y aplicar políticas diseñadas a conseguir esa igualdad que, para mí, es uno de esos valores que hemos de ser capaces de transmitir a los estudiantes y a la sociedad», defiende la candidata, que ha formado parte de más de una treintena de proyectos de investigación.