Un ataque de lobos en una explotación de San Román de los Infantes se salda con ocho ovejas muertas

El ataque de una manada de al menos cuatro lobos, registrado la pasada madrugada en San Román de los Infantes (Zamora), se saldó con ocho ovejas muertas y, al menos, otras tantas heridas, según señaló a la agencia Ical el propietario de la explotación, Gonzalo Ontiveros. “Es una lobada más. Esta vez, con ocho ovejas muertas. Hay cuatro o cinco lobos danzando por la dehesa en San Román”, afirmó.

“Por supuesto que hay lobos al sur del río Duero. El año pasado hubo dos lobadas y la Brigada del Lobo no pudo matarlos y este año, igual. Destrozan a los animales por jugar, además; es madre con cuatro lobeznos grandes que están aprendiendo a matar”, explicó consternado.

En este contexto, Gonzalo Ontiveros expresó su queja de que los particulares no puedan matar lobos al sur del Duero, al no ser considerada una especie cinegética. “Sólo lo puede hacer al sur del Duero la brigada del lobo, que está formada por dos personas para toda la provincia, por lo que, logicamente, no da abasto”, señaló.

“Tenemos ocho kilómetros de ribera del río y los lobos pueden cruzar siempre que quieren. Un lobo hace 200 kilómetros en una noche. Tenemos mastines, vallas y alambradas pero no podemos encerrar a las ovejas en ganado extensivo, que duerme en el exterior. No puedes tener tantos mastines. Es como culpar a la gente de que entren a robar”, agregó.

Por otra parte, Ontiveros expresó la queja de los ganaderos en cuanto a los seguros contra los ataques de lobos a los rebaños. “El problema es que la Junta nos obliga a hacer un seguro contra los ataques pero sólo paga entre 100 y 105 euros, por lo que en cada oveja perdemos 70 o 75 euros y no nos pagan los abortos”, precisó.

“En cada ataque mueren ocho ovejas y tenemos 20 o 25 abortos que no se compensan. Sólo las que mueren en el acto no la que muere a los cinco días. Es un desastre completo que no autoricen a los ganaderos a abatir el lobo con permiso”, concluyó.