Entrevista a Luis Tudanca
«El tuit de Óscar López es un error fruto de la emoción del momento»
Estrena el cargo, aunque no será ratificado hasta el Congreso del 18 en el que se aprobará su ejecutiva, pero ya avisa: «Sé lo que tengo que hacer y no aceptaré imposiciones de nadie»
En su primer día como máximo responsable de los socialistas de Castilla y León, el nuevo secretario autonómico Luis Tudanca (Burgos, 1978) se dio de bruces con la realidad en forma de tuit del que fuera secretario de organización federal del PSOE, portavoz en las Cortes autonómicas y ahora ya senador por Castilla y León, Óscar López. Y lo hizo para disculpar la actitud de quien fue su máximo valedor a la hora de presentarse contra Julio Villarrubia. Tudanca dice que fue un error, pero deja claro que «las disculpas son personales» y que él no es quien «para imponérselas a nadie».
Pregunta.- ¿Ya ha hablado con Óscar López por su injustificado e desafortunado tuit?
Respuesta.- No, no he hablado con él del tuit. Hablé con él ayer del resultado, pero nada más.
P.- O sea, ¿no le parece ni siquiera digno de un comentario o al menos de una explicación a usted como ganador de las primarias?
R.- No, a mí me parece mal. Precisamente es con eso con lo que hay que acabar en el partido y no sólo por lo de Óscar. Creo que fruto de los nervios o la emoción del resultado del momento, algunos entre ellos él cometieron algún error.
P.- ¿Y no le va a pedir ni siquiera unas disculpas públicas? Ha hecho saltar por los aires esa idea suya de querer coser el partido.
R.- Yo creo que hay que acabar con eso. Las disculpas son personales y yo no soy quien para imponérselas a nadie. Ya he dicho que ha sido un error. He dicho, desde el primer día y hasta el último, que me voy a empeñar en que este partido no vuelva a una situación de enfrentamiento. Ahí no me van a encontrar. Yo me voy a dedicar a hacer política, a unir el partido y a coser el partido.
P.- ¿Pero actitudes como la de Óscar López y su tuit no acaban con esa tan ansiada unión?
R.- Desde luego que hay actitudes que no convienen y que no ayudan. Eso sí es verdad.
P.- ¿Le ha hecho ver a Julio Villarrubia que no comparte esta actitud de López y que está a años luz de lo que usted piensa?
R.- No. No es mi cometido. Yo no tengo que dar explicaciones de los actos de otros. Cada uno que dé explicaciones de sus actos; yo sólo doy explicaciones de los míos. Y lo míos van a ser los de la unión, lo he dicho por activa y por pasiva y ahí me van a encontrar. Yo voy a hablar con Julio, con toda la gente, la que me ha votado y la que no, para unir el partido. Y voy a hacer una ejecutiva con todos y con todas.
P.- ¿Ya está negociando esa ejecutiva?
R.- No. Todavía, no.
P.- ¿Conoce ya las condiciones, al menos de los suyos, de los que le votaron, para cerrar los nombres clave de su equipo?
R.- Nadie me ha puesto condiciones, ni nada. Lo aseguro. Sé lo que tengo que hacer y, desde luego, yo no aceptaré condiciones, aceptaré negociaciones, no condiciones.
P.- ¿No ha hablado aún con Villarrubia o alguien de su equipo, para saber al menos si están dispuestos a estar en su equipo y dónde?
R.- No. Hablé con él el sábado por la noche.
P.- ¿Y ya han quedado al menos en el primer paso a dar?
R.- No, no. Hablaremos esta semana. Pero, insisto, no sólo voy a hablar con Julio. Hablaré con Julio y con todo el partido. Con todas las ejecutivas provinciales. No tengo ninguna idea preconcebida. No la tenía antes y no la voy a tener al día siguiente de haber ganado las primarias.
P.- ¿Le gustaría que, sino Julio Villarrubia, al menos alguien de su equipo estuviera en puestos de cabeza y de decisión en su ejecutiva?
R.- No es que me gustaría, es que van a estar. Va a haber gente de todos los sectores, de todos los ámbitos. Eso que nadie lo dude. Nadie que no lo quiera se va a quedar fuera.
P.- Habla de que no tiene ninguna idea preconcebida para cerrar la que será su ejecutiva, su equipo de trabajo, ¿pero de verdad ni siquiera la tiene más o menos pensada, definida?
R.- No, de verdad.
P.- ¿En ninguno de sus puestos?
R.- Sólo tengo claro quién quiero que sea y quién va a ser mi número dos.
P.- ¿Quién?
R.- No, eso no se lo voy a decir, todavía. Y ya no voy a decir nada más.