La Junta evalúa el estado del convento de San Bernardino en Cuenca de Campos tras el derrumbe

La viceconsejera de Acción Cultura de la Junta, Mar Sancho, aseguró hoy que desde Patrimonio se está “evaluando” el derrumbe de parte de la iglesia del convento de San Bernardino de Siena, ubicado en la localidad vallisoletana de Cuenca de Campos, y además de recalcar que se trata de un conjunto en manos privadas y que no ha sido declarado Bien de Interés Cultural, pidió responsabilidad a sus propietarios.

Tras su participación en la inauguración del I Encuentro Nacional de Conjuntos Históricos, Sancho reconoció que se está estudiando lo ocurrido, a la vez que planteó que, “aunque las administraciones acompañemos en la conservación del patrimonio”, una de las cuestiones es la responsabilidad por parte de los propietarios. En este caso, la Fundación Rehabitar Tierra de Campos es la propietaria del edificio, según recoge Ical.

El pasado viernes, 31 de enero, se produjo un derrumbe en la fachada de acceso y en la nave lateral. La Fundación Rehabitar llevaba un tiempo trabajando en el proyecto para la consolidación de la nave central y las naves laterales de la iglesia, "ya que los empujes que se están produciendo estaban generando el desplome de los muros, lo que ha sido la causa directa del derrumbe de la fachada de acceso y de la nave lateral", según explicaron en un comunicado recogido por este periódico. 

En el mismo escrito, hicieron un llamamiento "a las administraciones competentes y a la sociedad civil para que se sumen a la preservación del convento de San Bernardino de Siena, evitando su desaparición definitiva". Para la entidad, "la situación exige una intervención inmediata que garantice la seguridad del edificio y su recuperación para las futuras generaciones".

Por su parte, en declaraciones a este periódico, el alcalde del municipio, Juan José Bobillo Quintana, resaltó la necesidad de "financiación" para "consolidar lo que ya está y evitar que no se caiga" después de que se les denegara una subvención por presentar un proyecto que "no alcanzó la puntuación necesaria", según la Consejería de Cultura.