El último viaje del emperador

1556. El emperador Carlos V, dominador del mundo, desembarcaba en Cantabria desde Flandes, para recorrer cerca de 600 kilómetros hasta el Monasterio de Yuste, en Extremadura, allí es donde se retiraría y moriría tras 40 años de un reinado histórico que llevó a España a ser el epicentro mundial. Anteriormente abdicaría en su hijo Felipe II. En este trayecto realizó muchas paradas, 24 en total, Medina de Pomar, Burgos, Venta de Baños, Valladolid, etc, y entre ellas una obligada, Medina del Campo.

El 5 de noviembre se alojó en la casa del cambiante Rodrigo de Dueñas. En el Palacio de los Dueñas y situado muy cerca de la Plaza Mayor. Cuenta la historia que el anfitrión quiso agasajar a Carlos V con una visita ostentosa, algo que no le gustó nada al emperador. Llegando a poner un brasero de oro macizo y quemando en él palos de canela de Ceilán, lo cual consiguió que el monarca no sólo no quisiera admitir al cambiante a que le besara la mano, sino que además ordenó pagar la estancia en su palacio. Incluso cuentan los historiadores, que el prestamista llegó a encender el brasero con los pagarés de las deudas que Carlos V tenía con él. El emperador lo tomó como una ofenda y expulsó a Don Rodrigo de su propio palacio. Al día siguiente partió a Horcajo de las Torres en la provincia de Ávila, para proseguir la marcha hasta su retiro en Yuste, lugar elegido por las suaves condiciones climáticas de la comarca de la Vera que le deberían hacer más llevadera sus enfermedades, entre ellas la gota y una más que posible depresión.

Esta anécdota fue una de las muchas que los miembros de la compañía Cristóbal Mondragón pusieron en escena ayer por las calles medinenses para conmemorar esta fecha y hacer una recreación que nació con sentido de vocación y que por tercer año consecutivo la compañía para recordar el paso de Carlos V por Medina del Campo. Miles de personas salieron a la calle para, como en 1556, rendir homenaje al monarca en su viaje hacia su retiro, todo ello de la manera «más fiel posible» como comentaron desde la asociación organizadora.

La marcha comenzó en la Iglesia de Santo Tomás a las doce y media de la mañana con la entrada del Emperador en la localidad. Recorrió las históricas calles de Valladolid, Padilla y Plaza Mayor de la Hispanidad. Una vez finalizado el pasacalles histórico, los personajes principales subieron al balcón del Ayuntamiento para proceder al saludo del Emperador y a las autoridades. Posteriormente, la comitiva partió desde el Ayuntamiento al Palacio de Dueñas, donde se procedió a la recreación histórica de uno de los episodios más emocionantes de la historia de la localidad.

Una mañana en la que todo se cuidó al más mínimo detalle. Las ropas que se lucieron fueron todas ellas acorde a la vestimenta de la época; así como los utensilios que portaron los miembros del desfile, y todos ellos se ciñeron a los textos históricos para elaborar el guión y la ambientación de la recreación histórica. Entre los actores y actrices protagonistas una cara muy conocida, la de alcaldesa Teresa López que no dudó en participar de la representación formando parte de la comitiva del monarca.

Y es que Medina del Campo, villa que durante el reinado de Carlos V tuvo un papel fundamental en las finanzas y el comercio de la Castilla del siglo XVI, fue escenario de relevantes hechos históricos en este periodo de tiempo que se inician con las Guerra de las Comunidades y la quema de Medina en 1520, otra recreación que se celebra en el mes de agosto. Hay que recordar que el municipio forma parte de la Red Europea de Carlos V, ente gestor del Itinerario Cultural Europeo que tiene como objetivo potenciar estas rutas como producto cultural, turístico y económico.

Esta exitosa recreación tuvo el pasado sábado su mejor aperitivo con la presentación del I Encuentro Internacional de Recreadores del Siglo XVI que se celebrará el próximo año, los días , 16, 17 y 18 de agosto en Medina del Campo. Durante la jornada se analizaron situaciones como la base histórica, coordinación y presupuesto. Así como el impacto económico que estas recreaciones.