Diario de Valladolid

El Núñez de Arce de Valladolid se blinda para evitar que entren murciélagos

Educación está inmersa en las obras para sellar grietas después de que el instituto alertara del hallazgo de quirópteros, vivos y muertos

Instituto Núñez de Arce de Valladolid, en una imagen de archivo.PHOTOGENIC

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Los alumnos del instituto Núñez de Arce de Valladolid llevan varios meses sufriendo la presencia de unos indeseados compañeros de aula pero, una vez finalicen las obras que se están acometiendo, no volverán a toparse con ellos. Ni vivos, ni muertos. Los murciélagos que se colaban por huecos en la cubierta ya no podrán acceder al centro educativo situado en la plaza de Poniente.

Los trabajos de sellado han comenzado por la parte interior del edificio y, una vez obtengan el permiso de ocupación de vía pública que debe expedir el Ayuntamiento de Valladolid, realizarán los arreglos exteriores, según aclaró la Consejería de Educación. En total, el desembolso para impedir la entrada a estos pequeños mamíferos nocturnos roza los 30.000 euros (IVA incluido).

El departamento de Rocío Lucas explicó que la alerta sobre la presencia de quirópteros la dieron desde el propio centro –donde se imparte Secundaria, Bachillerato y dos ciclos formativos–, aunque no han cuantificado el número de ejemplares aparecidos ni han aclarado cuánto tiempo llevan arrastrando esta situación.

Lo que sí refleja el expediente de la intervención contratada desde la Dirección Provincial de Educación de Valladolid es que algunos los hallaron vivos y otros muertos, y que su presencia «genera un problema de salubridad», puesto que pueden transmitir enfermedades, por ejemplo la rabia.

Según fuentes consultadas por este periódico, ya el curso pasado observaron murciélagos por los pasillos.

Inspeccionado el estado del instituto, la conclusión técnica es que los murciélagos no habían anidado en el interior pero se colaban por las noches por los huecos existentes entre las placas de hormigón de la cubierta. Por eso «resulta necesario sellar estos huecos para evitar su entrada».

Al tapar estas oquedades, y puesto que también se están sellando «todas las grietas y fisuras existentes», confían en que estos vertebrados capaces de volar no puedan entrar de nuevo en el inmueble.

La Consejería de Educación aclaró que las obras no afectan a la actividad lectiva.

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