Un grupo de peregrinos de Laguna, en la capilla ardiente del Papa Francisco: "Una sensación única"

El último adiós al Papa Francisco sigue acumulando largas filas en la Plaza de San Pedro del Vaticano. No importan las horas que haya esperar para despedir al Santo Padre, mientras el inmenso número de personas obligaba a la Santa Sede a ampliar el horario de apertura de la basílica. Más de 128.000 personas, y las que quedan, ya habían expresado su despedida final del miércoles y al viernes llegadas de todas las partes del mundo. Y una de ellas, desde Valladolid, con un grupo de 63 peregrinos de la Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Laguna de Duero que logró acceder a la capilla ardiente del Papa Francisco de forma totalmente improvisada.

Sorprendidos por la muerte del Santo Padre nada más pisar suelo italiano el Lunes de Pascua, este grupo encabezado por el párroco Jesús García Gañán tenía previsto celebrar misa en una iglesia junto al Vaticano sobre las 8.00 horas, pero su planificación se vio interrumpida con la inesperada muerte del Papa Francisco de madrugada. Mientras esperaban a las puertas del templo, "nos dicen que nos la han cancelado", explica a García Gañán a la Archidiócesis de Valladolid.

Si los peregrinos de Laguna de Duero ya habían consensuado hacer cola para acceder a la capilla ardiente del Papa por la tarde, después de ver los Museos Vaticanos, finalmente optaron por cambiar nuevamente la programación de su peregrinación y pedirle a su guía turístico que los llevara inmediatamente al Vaticano para intentar dar su último adiós al Santo Padre. 

Así, a las 8.15 horas ya estaban "en el control", prosigue el sacerdote de la Archidiócesis de Valladolid. Y en torno a las 9.00 horas, ya había atravesado la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. "No esperábamos vivir este momento histórico", afirma con sorpresa García Gañán tras iniciar su peregrinación jubilar con motivo del Año Santo ‘Peregrinos de Esperanza’. "Dios nos lo ha regalado en este penúltimo día de la peregrinación", añade con la voz entrecortada por la emoción.

Dentro de la Basílica de San Pedro, y ante el cuerpo sin vida del Papa Francisco, este grupo de fieles procedió a realizar sus correspondientes rezos, tanto por la Diócesis de Valladolid como por el Papa Francisco. Un acto de apenas unos segundos que "no se puede describir con palabras", según sostiene García Gañán, cuyo grupo pasó a abrazarse y llorar de emoción.

Ya fuera de la Basílica, los feligreses de la Parroquia Asunción de Nuestra Señora de Laguna de Duero han querido compartir sus sentimientos con toda la Archidiócesis de Valladolid en un vídeo que han llegado llegar desde la misma Plaza de San Pedro. "Una sensación única" y "abrumación" fueron las dos expresiones que usaron dos mujeres para destacar su experiencia, mientras otra, entre lágrimas y un beso al cielo, no dudaba en dar "gracias a Dios" por haber podido vivir un momento "inolvidable, súper emocionante",