Los voluntarios centran la búsqueda del profesor desaparecido en los parques de Valladolid

No cesan en su búsqueda. Los voluntarios siguen y siguen rastreando el paradero de Alejandro Aranda, desaparecido el pasado domingo en Valladolid tras abandonar el Hotel Olid. Las batidas organizadas este sábado concluyeron sin éxito, pese a los más de cien voluntarios que acudieron en ayuda de la familia, muchos de ellos llegados desde Zaragoza. Amigos, familiares y demás colaboradores han vuelto a echarse a la calle este domingo para intentar encontrar a este joven profesor de Historia que padece de esquizofrenia. Los voluntarios han decidido centrar la búsqueda en los parques de Valladolid al ser Alejandro un amante de la naturaleza. 

Unas 40 personas se centran en recorrer estas zonas de la ciudad a mayores de las que se encuentran con sus coches particulares en Cabezón de Pisuerga, Santovenia de Pisuerga, Valoria la Buena, Cubilla, Trigueros del Valle, Corcos, entre otros pueblos de la zona. También se están pegando carteles por el Canal de Castilla y el río Pisuerga.

Aunque las labores de rastreo se centren en los parques "no se descarta nada" y algunos voluntarios también se encuentran buscando por municipios del alfoz de Valladolid porque el desaparecido tiene una gran capacidad física y puede andar hasta 50 kilómetros en un día. En la jornada del sábado se centró la búsqueda en la zona sur, suroeste al tener una "corazonada" de que estaba en estas ubicaciones, tal y como señala uno de los organizadores, aunque hubo ocho zonas de búsqueda. Los voluntarios ya han desplegado multitud de carteles por toda la ciudad y también en pueblos cercanos por si algún ciudadano le ha visto o sabe algo de él.

La Policía ha recibido "múltiples llamadas" que creen haberle visto, pero la investigación no ha podido corroborar que sea él en ninguna. El sábado un grupo de voluntarios encontró una chaqueta negra en el paseo de Las Moreras que se ajustaba a la que podía llevar este profesor de Historia en el momento de su desaparición, pero la Policía descartó que fuera suya.

Conviene recordar que Alejandro, de 30 años, mide 1,88 metros, es de complexión normal, tiene el pelo castaño (cortado por los laterales) y ojos verdes. Cualquier persona que pueda aportar información se puede poner en contacto con la Guardia Civil, la Policía Nacional o el 112.

Este profesor de Historia fue visto por última vez cuando salió del hotel Olid donde hacía de guía del Imserso. Es la primera vez que acudía a Valladolid, su maleta fue encontrada en la calle San Quice, en las proximidades del Museo Nacional de Escultura y su móvil se encontraba en su habitación.