La Dolorosa regresa a su casa de la Vera Cruz

Nueve meses. Ese ha sido el tiempo que ha mantenido alejado a la 'Dolorosa' de su templo, pero hoy se ha puesto fin a ese periodo de incertidumbre que estaba presente en los fieles vallisoletanos.

Hace unas semanas se anunciaba que la Virgen de la Vera Cruz volvería el día hoy a su casa tras el derrumbe que sufrió la cúpula el pasado 25 de junio, un acontecimiento que sorprendió, no solo a los comunes en las liturgias, sino a toda la ciudad.

La noticia del derrumbe llegó en un contexto de reforma de la propia iglesia, las cuales fueron causadas por el deterioro provocado por las humedades en los últimos años. El suceso no trajo consigo ni daños ni víctimas del personal de reforma, al igual que tampoco daños materiales importantes en el interior de la iglesia, al margen de la cúpula.

En estos meses que se podrían catalogar de ‘transición’, la imagen principal de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, ha estado resguardada en el taller de la Catedral de Valladolid, aunque tiempo después fue trasladada a la iglesia de San Miguel para así restablecer el culto a ella. Una forma de traer de vuelta la normalidad en aquellos adscritos a la comunidad cristiana que añoraban las plegarias habituales en la Iglesia de la Vera Cruz.

LA VUELTA A SU TEMPLO

Este, ha sido un retorno especial, en procesión.  El desfile ha comenzado a las 17:30, en un acto de agradecimiento desde la iglesia de San Miguel y San Julián, que es donde estaba custodiada la Virgen desde el pasado 14 de julio. Tras ello, recorrió las calles Concepción, plaza de San Miguel, Doctor Cazalla, San Antonio de Padua, plaza de los Arces y Guadamacileros, hasta llegar finalmente a la Iglesia de la Vera Cruz.

La emoción ha sido más que notable en los cientos de personas que acompañaron a la Virgen en su tan ansiada vuelta a casa.

Allí, el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ha presidido una Eucaristía más que especial ya que celebraba la vuelta a casa de la Dolorosa, y el comienzo de una nueva etapa de la Iglesia de la Vera Cruz.