Las tiendas de Benetton, Villalonga, María Luisa y otros cierres golpean al comercio de Valladolid

El comercio de Valladolid cambia de la misma manera que cambian los tiempos. Igual que nuevos negocios, principalmente franquicias, llegan a la ciudad, algunos de los comercios más emblemáticos van desapareciendo. El 2025, a solo dos meses de su inicio, ha experimentado ya la despedida de algunos comercios históricos que llevan acompañando a la ciudad del Pisuerga desde hace muchos años, en algunos casos casi medio siglo.

Al cierre de las tiendas Benetton de la calle Montero Calvo y en el centro comercial Vallsur en enero como consecuencia del ERE declarado por su fundador tras la quiebra de la marca italiana, que son ahora un recuerdo en la memoria de los vallisoletanos, se han ido añadiendo otras bajas a la lista.

La única que resiste por el momento es la que está ubicada en Arroyo de la Encomienda, más en concreto en Rio Shopping. Fue el propio creador de la firma, Luciano Benetton, el que dio a conocer la crisis económica que estaba experimentando la marca, conocida por sus diseños con colores vibrantes y sus anuncios televisivos en los que se incluían niños de todas las etnias.

Pero Benetton no es la única tienda que ha despedido su estancia en Valladolid este año. A la firma italiana se une también Novias María Luisa, la mítica tienda de novias que ha vestido de blanco a tantas mujeres que han pasado por el altar. El negocio, situado en la Plaza Martí y Monsó -conocida como Plaza Coca- clausuró tras 40 años debido a la jubilación de la propietaria.

Como despedida, el Ayuntamiento organizó una gran pasarela nupcial en la que un total de 36 clientas lucieron sus vestidos de novia en la Plaza Mayor. El local ahora cambia de dueño y actividad, transformándose en un negocio de fotografía y producción audiovisual, regentado por el hijo de la propietaria.

El relevo generacional, de hecho, es uno de los principales problemas que experimenta el comercio de proximidad en Valladolid. «Es un problema grave, de hecho, el más importante», explica el Decano de la Facultad de Comercio, José Antonio Salvador Insúa, que lo relaciona también con el descenso de la natalidad. «Antes los comerciantes tenían 3 o 4 hijos y de esos alguno decidía quedarse con el negocio. Ahora, como casi todos los españoles, tienen uno, dos o directamente, ninguno».

Salvador Isúa apunta también a que estos hijos deciden estudiar en lugar de continuar con la tradición familiar por razones muy diversas, principalmente el sacrificio que implica mantener un negocio de estas características. «Los hijos no se quieren dedicar a ello tampoco porque lo ven como un trabajo muy esclavo en el que tienes que abrir casi todos los días, el sábado al menos por la mañana», explica el catedrático.

A este cierre masivo de comercios se une también la boutique Marcos Restegui, que cierra la persiana tras cuarenta años ofreciendo diseños exclusivos a las vallisoletanas. Precisamente es el comercio textil el más golpeado por las compras online. «El comercio online es el principal competidor del comercio de proximidad principalmente porque está abierto todos los días de la semana las 24 horas», apunta el decano de la Facultad de Comercio de Valladolid. «Comprar ropa se ha convertido actualmente, además, en ocio. Si la gente compra por necesidad, como puede ser la ropa o el calzado, lo hacen de manera online».

Calzados Villalonga se despide de la calle Ferrari tras permanecer en la capital del Pisuerga desde el s XIX. Al igual que la zapatería Lalpargata, que despide su negocio de la calle Cánovas del Castillo.

Zoco y Difusión cerraron también la persiana el pasado año, así como Regalado, un clásico de la moda en la capital. Las generaciones más jóvenes han sido testigo también de la clausura de Claire’s, la tienda de bisutería con la que toda una generación de adolescentes decoraba sus manos y pelo. 2024 dejó también a la capital sin el icónico El Corte Inglés de la calle Constitución, ahora transformado en un gran Zara.

Por otro lado, el 2024 experimentó el cierre de otros comercios emblemáticos de la ciudad, como fue el de la tienda de moda infantil El Burrito Pepe tras quince años ofreciendo sus servicios en Valladolid por el «auge de la venta online» y los «cambios en los hábitos de compra».

Los dulces de la clásica pastelería Zorita son otro ejemplo del cambio de mapa de comercios en la ciudad del Pisuerga, que llevaba comercializando sus famosas yemas y roscones de Reyes desde 1921.

Otros cierres 

Ya en 2023 los vallisoletanos más golosos se tuvieron que despedir de la histórica pastelería Cubero, con sus almendras garrapiñadas, los helados y sus afamados abisinios como sello. Tras 43 años deleitando los paladares de turistas y vecinos, el propietario se vio forzado a jubilarse y echar la persiana de la emblemática tienda debido a la ausencia de relevo generacional.

La joyería Ambrosio Pérez, ubicada en la Plaza Mayor, se despidió también en 2023 del histórico local que vio la luz en 1885. Lo mismo le ocurrió a la tienda de artículos deportivos Deportes Chema, así como a la Óptica Iris. 

Lo mismo ocurrió con El Rincón del Labrador, que clausuró tras 18 años de actividad sirviendo huevos fritos, con lomo, chorizo y patatas a la sartén, así como caracoles, cangrejos y setas, productos de muy marcada temporada y muy demandados en el local de La Santa Espina; o la buñolería Ideal, que dejó a la ciudad sin sus conocidos buñuelos allá por marzo de 2023.