Un espectacular fenómeno meteorológico tiñe de rojo el cielo de Valladolid

Valladolid disfrutó este lunes de un espectacular atardecer gracias a lo que se conoce como dispersión de Rayleigh. Pasada las 18.00 horas, la atmósfera de la capital del Pisuerga comenzó a teñirse de tintes rojos, anaranjados y amarillentos que conquistaron las miradas de aquellos que sienten lo que se conoce como opacarofilia, es decir, el amor o afición por admirar los ocasos o atardeceres.

Pero, ¿a qué se debe este llamativo fenómeno que se da ocasionalmente tanto en invierno como en verano? Cuando la luz solar atraviesa las capas de gases de la atmósfera, esta se descompone como si estuviera pasando a través de un prisma. Al ponerse el sol, sus rayos chocan con las capas superiores de la atmósfera en ángulos específicos, y ahí es cuando se produce este colorido espectáculo.

Al atravesar estas capas, las longitudes de onda que son azules se dividen y se reflejan en lugar de ser absorbidas. Por ello, cuando el sol se acerca al horizonte, los tonos fríos (azules y verdes) se dispersan y quedan los tonos cálidos (naranja y rojo).

La primera persona que descubrió este fenómeno fue John William Strutt, un científico británico que fue premio nobel de física en 1904 y que, en el año 1871 publicó sus estudios sobre la dispersión de la luz por a la presencia de partículas en los materiales, que explicaba estos cambios de color al atravesar cristales opalescentes.