La interminable red de calor tendrá empantanado Parquesol otros seis meses

La interminable red de calor tendrá empantanado Parquesol otros seis meses. Las obras están paralizadas debido al periodo de descanso de los operarios, las zanjas permanecen abiertas y los vecinos sufren a diario las consecuencias. En el caso de Parquesol, los grandes afectados ahora son los residentes en las calles Manuel Silvela, Juan Martínez Villergas, Amadeo Arias y Adolfo Miaja. Los trabajos en todo el barrio continuarán en el nuevo año y se prolongarán al menos hasta verano.

Los mayores cortes de tráfico se producen en la calle Manuel Silvela, muy cerca de la plaza Marcos Fernández. Los operarios han cortado un carril para abrir las zanjas y meter los tubos. Estos trabajos complican la circulación en los giros a Juan Martínez Villergas y en los accesos a los garajes. Pero no son las únicas zonas afectadas. La circulación al tráfico está cortada también en un amplio tramo que comunica la esquina del polideportivo y la piscina con la calle Adolfo Miaja. Se ha abierto en su totalidad el trayecto hacia Carrefour y Padre Llanos para alivio de los conductores después de varios meses pero no se puede continuar la marcha en dirección a Adolfo Miaja o Hernando de Acuña.

Las obras avanzan en el plazo establecido, como indica el director de Energías Renovables y Eficiencia Energética de Somacyl, Sergio Lara, quien admite las complicaciones que genera cualquier obra. Pero los vecinos que ahora soportan estos atascos y colas para llegar al barrio o para dirigirse a cualquier zona de la capital serán los grandes beneficiados de este proyecto que cuenta con una inversión de 200 millones de euros. No obstante, el malestar va en aumento en el barrio. «Nos pidieron paciencia pero estamos hartos», denuncia la asociación vecinal.

Las obras de la red de calor fueron abordadas en el concejo que celebró el Ayuntamiento en Parquesol, Los vecinos recuerdan que Somacyl les explicó de forma detallada el proyecto y las obras que iban a acometerse pero lo que les irrita es tener tantas zanjas abiertas en unas fechas en las que los trabajadores disponen de varios días de descanso. En Parquesol se preguntan si no habría sido mejor esperar a primeros de año para abrir estas zanjas sin interrumpir el tráfico en las calles citadas. Y es que los trabajos se han interrumpido porque los operarios disfrutan ahora del periodo de descanso que establece su convenio.

El hecho de que la calle más afectada en estos momentos sea Manuel Silvela, coincidiendo con las vacaciones navideñas, constituye una buena noticia para numerosos padres ya que allí se encuentra la entrada al colegio Tierno Galván. La Policía Municipal actúa en muchos centros escolares de la capital con el fin de garantizar la seguridad de los alumnos y de sus familiares y en los últimos días lectivos de diciembre los problemas se acentuaron tras abrirse las zanjas en la calle.

Los vecinos de la calle Eusebio González Suárez soportaron varios meses la incomodidad de las obras. Las colas de coches resultaban interminables a la entrada y salida de los alumnos del colegio Marina Escobar y del instituto Julián Marías. Resultaba prácticamente imposible estacionar los coches como antaño y padres y alumnos recorrían casi 100 metros desde el lugar donde pudieron aparcar los vehículos.

Las obras en Parquesol se prolongarán otros seis meses. Uno de los tramos comprenderá el Parque del Reloj, Ciudad de la Habana y Hernando de Acuña y otro enlazará esta última calle con Adolfo Miaja.

Ahora toca en Parquesol pero los trabajos comenzaron años atrás en la zona de la Universidad de Valladolid que abastece al Campus Miguel Delibes, después continuaron en otras zonas y se irán sucediendo por toda la ciudad. Valladolid ha sido dividida en varios sectores y cada uno de ellos tendrá una central desde la que se abastecerá el calor. «Estamos construyendo el futuro de la ciudad con un proyecto transformador, con la red de calor interconectada en la ciudad», afirma el director Energías Renovables y Eficiencia Energética de Somacyl. «La red en constante expansión se extiende entre grandes barrios de la ciudad como una gran infraestructura de la ciudad que estará funcionando durante todo el siglo», añade.

Tras el inicio en la zona de la Universidad de Valladolid, la red llegó después a Huerta del Rey para continuar en Villa del Prado y Parquesol. Desde Somacyl resaltan los beneficios de este proyecto para conseguir descarbonizar la capital vallisoletana e ir eliminando poco a poco los combustibles fósiles para sustituirlos por combustibles renovables, autóctonos y, además, hacerlo a un precio competitivo para beneficio de los ciudadanos. La biomasa procede de la limpieza de los montes de Castilla y León y hay que tener en cuenta que hablamos de una Comunidad muy forestal, lo que permite que al usar la biomasa se aprovechan los recursos propios.

Este cambio al calor por biomasa supone grandes beneficios para las comunidades de vecinos ya que evita a las familias invertir en la adquisición de nuevas calderas que a lo largo de los años van llegando al final de su vida útil. Este proyecto tiene múltiples beneficios ambientales, sociales y económicos para los ciudadanos al tener un precio de energía renovable competitivo.

En meses sucesivos las obras se extenderán a Covaresa, La Rubia y el polígono San Cristóbal, abarcarán también la Plaza Circular, Pajarillos y Delicias y llegarán asimismo al barrio de la Victoria y a las calles del centro de la ciudad.