Los empresarios de San Cristóbal urgen acelerar el aparcamiento para camiones

Es una demanda histórica de los empresarios del polígono de San Cristóbal y ahora esperan la primera reunión con el nuevo equipo de gobierno para pedir que se acelere la construcción de un aparcamiento de camiones. A falta de un estacionamiento, los cientos de camiones que pasan a diario por el mayor polígono industrial de Castilla y León tienen que aparcar donde pueden, en las calles de este  entramado de naves y empresas.  El ajetreo  es constante y las hileras de camiones en la VA-30, tanto para acceder al polígono como para salir a a la N-122, dan fe del movimiento de vehículos pesados que entran y salen a diario.

La del estacionamiento de camiones una petición que viene de muy atrás y el Ayuntamiento, con el anterior equipo de gobierno municipal, asumió el compromiso de llevarlo a cabo. Incluso se eligió el lugar, una parcela municipal ubicada en la calle Cobre, pero el estudio previo de los terrenos llevó a descartarlo por su elevado coste.

En su lugar se eligió como posible emplazamiento una segunda parcela municipal en la calle Topacio, próxima a la carretera de Segovia, y ya existe un estudio previo, pero falta dar un empujón a un proyecto que el anterior concejal de Movilidad, Luis Vélez, consideró «una inversión estratégica». 

El presidente de la Asociación de Empresarios del Polígono de San Cristóbal, Antonio Rodríguez, al frente también de la Federación de Polígonos Empresariales de Castilla y León, FEPECYL, espera un primera reunión con el nuevo equipo de gobierno para plantear la necesidad de estas dos nuevas infraestructuras : el aparcamiento y la parcela para residuos industriales.

«Ahora se aparca en las calles del polígono», afirma el representante de los industriales, para añadir que un estacionamiento facilitaría muchos las cosas a las empresas.

No menos urgente es la dotación de un espacio para depositar los residuos . García lamenta que los industriales tengan que almacenar los residuos «porque los gestores sólo los recogen cuando tienes dos o tres toneladas». La ubicación prevista para depositarlos es una parcela que se encuentra al final de la ampliación del polígono, pero también aquí falta darle un impulso. 

El presidente de los industriales  no tiene ninguna queja con el trato dispensado por el Ayuntamiento y afirma que el anterior equipo de gobierno «se portó bastante bien» con ellos, aunque añade que «siempre se puede hacer más».

En el encuentro que esperan mantener con los nuevos responsables municipales solicitarán también  «más flexibilidad» para la reapertura de las naves cerradas que ya tienen cierta antigüedad y que deben  cumplir la nueva normativa.

El polígono de San Cristóbal cuenta ahora con 850 empresas asentadas, un número similar a  las que había antes de la pandemia, que dan empleo a unos 16.000 trabajadores, pero llegó a tener 1.200. «No estamos descontentos», afirma García, aunque añade que «hay un problema con las naves más antiguas» ante la estricta normativa para su reapertura, de ahí que soliciten al Ayuntamiento «que abra la mano», de manera que puedan instalarse más empresas.

Y en el capítulo de  cuestiones pendientes, el presidente de la asociación de industriales anota también la vigilancia con cámaras en las entradas y salidas del polígono «porque los robos habían aumentado un poco». Ahora, la instalación de cámaras depende de cada empresario, pero el objetivo es contar con un dispositivo de vigilancia nocturno para controlar los accesos.

La última intervención en el polígono fue en 2021 para cambiar 274 luminarias que se telegestionan desde cinco cuadros de mando.  El  polígono de San Cristóbal disponía una iluminación muy antigua, con un rendimiento lumínico muy bajo. 

Este macrocomplejo industrial  se inauguró en 1977 y cuenta con una superficie de suelo industrial de 1.900.000 metros cuadrados, 190 hectáreas, además de otras 18 hectáreas de servicios generales, 11 de equipamientos y 23 más de zonas verdes y espacios libres,

En sus orígenes,  el número de parcelas era de 500, pero en 2003 se ampliaron los terrenos con la inclusión de la zona conocida como El Carrascal y hoy son 1.100, desde las que tienen más de 7.500 metros cuadrados hasta las más pequeñas, con 250.

La mayor parte de las empresas instaladas son pequeñas y medianas, pero hay cuatro con plantillas que oscilan entre 200 y 500 trabajadores.  Por sectores,  son mayoría las empresas de transporte , talleres, papel y artes gráficas y en cuanto a industria predominan las de alimentación, maquinaria, metalurgia, automoción, madera y muebles. Hay además 20 restaurantes, cafeterías y bares.