La macabra colección de Justo
El exempleado de El Salvador atesoraba 26 libretas, 15 rollos de fotografía, tres archivadores y 3 USB
Un féretro infantil y cajas como las que se usaban para cambiar y más ataúdes.-E. M.
Como en una thriller policíaco, los agentes encontraron imágenes macabras de cadáveres, registros y documentación de todos los cambios de féretros que el extrabajador de la funeraria El Salvador asegura que se produjeron durante al menos veinte años. Justo M. G. atesoraba 26 libretas llenas de datos personales y con apuntes sobre los féretros, 77 registros fotográficos, tres archivadores con partes de defunción, tres memorias USB con imágenes y vídeos tomados con el móvil y al menos 15 rollos de película fotográfica de 35 milímetros de negativo.
El exempleado era muy consciente de lo que que pasaba, y pulsaba el ‘clic’ después de colocar carteles sobre los fallecidos con sus nombres, apellidos, fechas e incluso la hora, que ahora se puede comprobar en las imágenes digitales. Guardaba la documentación donde nadie pudiera pensar que estaba: «Todos los partes de defunción que están en la bolsa de deportes son de difuntos que deberían haber sido incinerados en el tanatorio».