Marca Valladolid: Tierra, trágame

Debe ser que la estupidez cotiza y la estulticia está en alza en política, y lo hace con abundancia en el PP de Valladolid. De Tamames, la de la pandemia plácida, a Alberto Gutiérrez Alberca sólo median 72 horas y un pleno. Pleno al necio. Al edil no se le ocurrió otras cosa que decir, en sede plenaria, que la llega del AVE a Valladolid «en superficie», ¡no iba a llegar por los aires, porque no sería un AVE, sería un avión! es un acto de generosidad con otros lugares. Gracias a eso en Palencia, Burgos, León y Asturias ya no van a Madrid en burra. Pueden coger el tren con la caja de Cuétara bajo el brazo, agujereada y embutida de pollos, mientras en la otra llevan el capazo con los huevos y las berzas. No desentonan mucho las barbaridades sanitarias de Tamames con las ferroviarias de Alberca. La una dimitió, el otro ni se inmuta, no sea que sude. Dice que Valladolid podía haber negado a la llegada del AVE por no ir bajo tierra. Y del hombre a la luna. Él, que militó en el gobierno municipal que parió el soterramiento fracasado. Él, que militó en el gobierno de Rajoy que enterró las aspiraciones soterradoras de Valladolid de la mano del ministro Iñigo de la Serna. Él, que militó en el gobierno de la Junta que colocó el mármol y su día al soterramiento, sólo o en compañía de Puente. Él, que desde que luce barba, debe creerse un soldado de Hernán Cortes huido del ministerio del tiempo, concediendo indulgencias y AVEs a indígenas más allá de la meseta. Él, que siendo edil de Movilidad y Mamotretos, ha detenido el tiempo de la acción política, como Butragueño lo hacía en el área. Toda AUVASA tiene su Heredia. Alberca se postula a Heredia del PP vallisoletano. Y como su antecesor, soterrar no soterrará, pero lo llevará al foso, al PP, de la próxima cuneta electoral. Con tanto sepulturero, lo raro es que en Valladolid no estén ya soterradas las vías del tren, un tramo del Pisuerga, media catedral y el fondo sur del Zorrilla. Así luce la Marca Valladolid: Tierra, trágame.