La recuperación no combate la pobreza
LA ENCUESTA de Condiciones de Vida que ayer publicó el Instituto Nacional de Estadística (INE)sitúa a Castilla y León en niveles de pobreza y exclusión social por debajo de la media del país. Sin embargo, en 2018, el porcentaje de personas por debajo del umbral de la pobreza en la Comunidad ha aumentado rompiendo la tendencia descendente de los últimos tres años y reduciendo la brecha con la media del país.
Hay factores que conforman las bolsas de pobreza que apenas se están reduciendo y otros que se disparan. La imposibilidad de tomarse una semana de vacaciones al año, el aumento brusco de quienes no pueden calentar sus viviendas de manera adecuada, la incapacidad de muchos para abordar gastos imprevistos o el retraso en el pago de gastos relacionados con la vivienda dibujan un panorama que contrasta con esos diagnósticos demasiado embellecedores de una economía boyante que camina a ritmos ascendentes.
El aumento de la brecha de la desigualdad y la reducción de las diferencias de las tasas de pobreza respecto a la media es un hecho que obliga a cuestionar la calidad de la recuperación y que debe animar a la reflexión y a la adopción de medidas.
En ese contexto, la encuesta del INE concluye en que las personas en situación de pobreza severa casi se duplicaron el año pasado, pasando del 1% al 1,9%. Estas cifras están muy lejos del 5,4% de la media española pero suponen más de 45.000 personas de la Comunidad las que sufren una situación de vulnerabilidad severa. Se trata de un mal endémico de la economía española, que ocupa puestos de cabeza en pobreza severa en el conjunto europeo debido a la situación más extrema de algunas comunidades autónomas. No es el caso de Castilla y León, aunque el repunte de la pobreza obligar a plantearse sus razones y a atacar sus causas.
Las condiciones de vida de un importante grupo de personas de Castilla y León no evolucionan favorablemente. Hay que evitar la autocomplacencia por el hecho de que los porcentajes de pobreza sean aún inferiores. Sobre todo, porque la encuesta constata que aumenta la desigualdad y hay peligro de exclusión social y de un mayor repunte de pobreza. Castilla y León tiene mecanismos para actuar y normativas pioneras contra la pobreza. Lo que hay que plantearse son los motivos por los que una recuperación macroeconómica real no contribuye a reducir esta lacra.