Poca atención a las sugerencias del Consejo de Cuentas
LAS RECOMENDACIONES que formula el Consejo de Cuentas de Castilla y León a las administraciones públicas de la Comunidad caen en muchas ocasiones en saco roto, según se desprende del informe de la institución que preside Jesús Encabo, entragado ayer en el Parlamentos autonómico.
Del seguimiento de estas propuestas presentadas por el órgano de fiscalización regional durante el pasado año se desprende que solo el 46% de ellas se aplicaron de forma íntegra o parcial, un total de 55 de las 119 analizadas. Aunque supone una una mejora de cuatro puntos porcentuales respecto al ejercicio anterior, todavía no alcanza ni la mitad de las sugerencias, lo que dice más bien poco de la atención que prestan las administraciones de la región a la labor del Consejo de Cuentas.
También hay que tener en cuenta de dentro de las 63 propuestas no cumplidas, un 41% han sido tomadas en consideración por el ente fiscalizado, aunque todavía no han sido llevadas a la práctica. Del resto, un 30% no son atendidas y el otro 29% ni siquera ha obtenido respuesta.
La atención al Consejo de Cuentas no es igual por parte de las distintas administraciones. En este sentido, llama la atención que la que menos aplicó las recomendaciones del órgano de fiscalización autonómico fue precisamente la Junta de Castilla y León, con un limitado porcentaje del 32%. No se entiende que sea precisamente el Ejecutivo autonómico, que debe ser el primero en tener en cuenta a las instituciones propias de la Comunidad, sea el que menos caso hace a las iniciativas que surgen del Consejo de Cuentas. Los ayuntamientos tampoco le van a la zaga a la Junta, ya que solo un 35% de las sugerencias que han recibido de la institución que preside Encabo fueron atendidas durante el pasado año. En el lado opuesto, las más ‘cumplidoras’ han sido las diputaciones provinciales, ya que estas instituciones alcanzan un 92% en el grado de cumplimiento de las recomendaciones del Consejo.
Aunque la institución valora en su informe de forma positiva la mejora que se produjo el pasado año, en relación al anterior, sigue considerando insuficiente el grado alcanzado en el cumplimiento de las recomendaciones y, por ello, ha instado una vez más a su puesta en práctica. Asimismo recuerda que no se trata en este caso de un trabajo de fiscalización, sino que es consecuencia de las auditorías realizadas en el año natural precedente.
La Administración regional y las locales deben ser más respetuosas con esta institución propia de la Comunidad y tener más en cuenta sus consejos.