Recuperar autónomos es clave para despedir la crisis
CASTILLA Y LEÓN se desmarca del conjunto del país en la recuperación de los trabajadores autónomos. Más de 22.000 empleos por cuenta propia de la Comunidad se han perdido y lo peor es que la tendencia decreciente se mantiene, lo contrario de lo que ocurre en el conjunto de España donde se perciben tendencias positivas.
Las medidas implantadas hasta ahora por las administraciones son insuficientes para recuperar el empleo perdido. Ni siquiera la tarifa plana de 50 euros de cotización a la SeguridadSocial ha permitido acercarse de forma notable a los niveles anteriores a la crisis.
El hecho de que Castilla y León no sólo sea la comunidad autónoma con más trabajadores autónomos ‘despedidos’ de sus negocios, sino que el ritmo del recorte de ocupados por cuenta propia duplique al del conjunto del país revelan dificultades y problemas estructurales que las administraciones públicas deberían atajar más pronto que tarde.
El comercio electrónico está afectando de forma negativa a este colectivo que no hace más que destruir empleo año tras año. Esta forma creciente de competencia está obligando a cambiar el modelo de negocio del colectivo, con las consiguientes dificultades por la penetración de grandes multinacionales que dejan poco margen a los más pequeños.
El ‘sector’ de autónomos se siente desamparado. A las dificultades propias se añaden las generales en falta de financiación. La innovación les exige más esfuerzo que al resto e internacionalizarse es algo aún muy minoritario.
«Abrir un negocio es hoy muy duro», según el testimonio de una de las nuevas emprendedoras autónomas que hoy publica este diario. Convendría desactivar esa sensación que aún tienen muchos de que «todo son pegas» y nadie ayuda. Y eso se hace con apoyos claros y una mayor penetración en sectores, como la industria, que hoy son muy desconocidos para este colectivo, al tiempo que sería preciso diversificar sectorialmente más su actividad.
La atomización del mercado laboral de Castilla y León y la dispersión geográfica obligan a ponerse más en el punto d e mira de los autónomos. No sólo porque su peso en el conjunto de la economía regional sigue siendo superior a la media, sino porque es una fuente clara de empleo en los municipios pequeños y una vía de mantenimiento de la población.
De la misma forma que el Servicio Público de Empleo aspira a una atención personalizada de los parados, la Administración debería generar más confianza en los autónomos a la hora de impulsar su labor emprendedora. Recuperar hoy su peso perdido es clave para dar por finalizada uno de los efectos peores de la crisis.