Mónica Oltra yerra al hablar de Castilla y León

LA COMUNIDAD VALENCIANA vive momentos de mayores dificultades presupuestarias que la media y es comprensible que intente conseguir mejoras, pero no todo vale para alcanzar el objetivo. Ayer, la vicepresidenta y portavoz de la Generalitat, Mónica Oltra, reclamó al Estado una financiación «constitucional», cuando lo que en realidad está pidiendo una atajo legal. Las Comunidades Autónomas están sometidas todas al mismo marco legal, con la excepción de los territorios forales, y Oltra quiere presentarse ante los ciudadanos como víctima de un agravio comparativo que no existe si se atiende a la comparación que ha hecho con Castilla y León. La Generalitat quiere estar en la misma posición que la Comunidad castellano y leonesa –citó también a otras autonomías– pero parte de un error, y es que el grado de cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria de Valencia y Castilla y León no tienen nada que ver. El hecho de que Castilla y León no haya tenido que someterse a un plan de ajuste no es una dádiva del Gobierno central a la Junta de Castilla y León, sino la consecuencia de una trayectoria de disciplina presupuestaria. Lo que sería un agravio comparativo es que la Comunidad Valencia fuera equiparada con Castilla y León después de haber eludido medidas como las que ha tenido que tomar la autonomía para cumplir los objetivos marcados.

Mónica Oltra es libre de recurrir al victimismo y seguir los ejemplos de regiones cercanas a la suya, pero no tiene derecho a citar alegremente a Castilla y León sin conocer o ignorar intencionadamente la realidad. Castilla y León tiene reivindicaciones pendientes, pero el camino para satisfacerlas afortunadamente no es el que sigue hoy en día la Generalitat valenciana.