Bebe y deja vivir como filosofía

Se puede disfrutar de un buen vino en muchos momentos, lugares y ocasiones, porque siempre hay una excusa para descorchar una buena botella, pero hacerlo en un lugar de encuentro desenfadado, en un espacio donde se eliminan todo tipo de artificios y tecnicismos, para simplemente gozar del acto de BEBER, es algo poco habitual. Con esta filosofía nació hace cuatro años Winelovers, un concepto fresco en el que se pueden catar joyas vinícolas únicas.

“Siempre había tenido el sueño de dirigir un bar de vinos en plan romántico, quería un sitio pequeñito y con un ambiente relajado, cercano. Cuando vi este local en plena pandemia, me pareció perfecto”, comenta Luis Miguel Fernández, su propietario. Aunque su vida estuvo en un principio enfocada hacia las Bellas Artes, estudios que realizó en la ciudad salmantina, su trayectoria ha estado vinculada al sector de la hostelería. Se ha formado como sumiller profesional, un mundo por el que se profesa un enamorado.

 Junto a su pareja, Carmen, que ostenta el Nivel 3 de la certificación WSET, han derrochado cariño en esta vinoteca cuidada al detalle, donde buscan acercar, dar a conocer, descubrir distintas variedades de uvas, viajar a distintos tipos de suelo y terroirs, y en definitiva, sentir y amar el alma que rodea a este increíble mundo sensorial repleto de matices. “Somos el primer Wine Bar de Salamanca, queremos ofrecer experiencias únicas”, sostienen.

En su local se pueden catar más de 40 vinos por copas y más de 200 referencias acompañado de tapas elaboradas al momento. “Hemos hecho una selección muy cuidada, a lo largo del año viajamos a bodegas, zonas vinícolas, nos gusta conocer en persona cada uno de los proyectos. Son vinos que no se ven en cualquier bar o restaurante. Nos gusta salirnos un poco del guión”, remarcan. Su cava cuenta con joyas de más de 10 países, vinos de Croacia, Francia, Portugal, Italia, Líbano y por supuesto España. 

“El 80% son elaboraciones nacionales pero hay vinos desconocidos”, apostillan. Winelovers es algo más que una vinoteca. Es un hogar donde muchos se conocen, quedan y disfrutan en torno a una botella. Se trata de un concepto novedoso, cercano, donde rinden culto a aquellos vinos menos comerciales, etiquetas que guardan una historia única detrás. Vinos de autor, garage wine, producciones minúsculas. 

“Lo mejor que nos puede decir la gente es que no conoce ninguno de los vinos eso significa que lo estamos haciendo bien”, sostiene Luismi, que destaca que “el vino se da a catar, se lo servimos al cliente y si no le gusta le damos otro con total libertad de probar sin compromiso “, sostiene. 

EL VINO SIN SERIEDAD

La palabra libertad se cuela en la conversación con los propietarios como una especie de mantra. Una frase que conjuga o ‘marida’ a la perfección con otro de los lemas presentes en el local: Bebe y deja Vivir. “El vino visto desde la libertad absoluta. Así es Winelovers, Un lugar que huye de los adoctrinamientos. Que simplemente invita a conocer y viajar. A través de un buen monastrell puedes viajar a Jumilla. Hay otros vinos de Canarias, Galicia, Ribera del Duero, Rioja, Champagne o Cava. El mundo del vino es inagotable, es un universo hedonista y divertido; es puro placer, disfrutar, reir. No es la seriedad que muchas veces le hemos dado los sumilleres con el mandil de cuero con mucho protocolo y formalismo y todavía hay mucho de eso. Queríamos darle un toque placentero, disfrutón y divertido, que el cliente pida sin miedo y se lo pase bien”.

CATAS Y EVENTOS

Una de las novedades de Winelovers es la posibilidad de disfrutar de su vino sorpresa. Si aciertas con la variedad de uva y la zona geográfica, ¡bingo!, estás invitado. “El cliente no sabe lo que va a tomar, sólo el color del vino –si es blanco, rosado o tinto– la botella aparece tapada con una malla negra con un interrogante un vino a ciegas, es un juego el placer y la diversión de tomar un vino a nuestra manera”, explica Luismi.

Junto a ello organizan numerosas catas y experiencias dirigidas por prestigiosos bodegueros, enólogos y sumilleres. “Hemos realizado también eventos en el que vemos las diferencias entre una región y otras, como es el caso de Arribes y Sierra de Salamanca”. La próxima cita tendrá lugar el 20 de enero de la mano de Luismi, originario de El Bierzo, para disfrutar de vinos únicos de esta región.