El toro que llega en Navidad

No hay Navidad que se precie sin los turrones artesanos , las peladillas y los polvorones. Unos dulces que se asocian a una cultura y una tradición y que cuenta en Tordesillas (Valladolid) con uno de los obradores centenarios con mayor desarrollo y expansión en los últimos años. Pastelería Galicia y Dulces el Toro han llevado sus famosos polvorones a millones de hogares de todo el mundo.

Estos días sus hornos están no dan a basto para satisfacer la campaña de navidad. Las nuevas instalaciones en las que se ubica la fábrica –más de 1.400 metros cuadrados– están a pleno rendimiento para cumplir con los encargos de supermercados y grandes almacenes de toda España. En ellas han realizado un importante esfuerzo inversor en la modernización de su maquinaria. «A nivel tecnológico hemos hecho bastantes implementaciones, con un sistema de tratamiento de harina mucho más moderno, más controlado y eficiente», comenta Álvaro Galicia, Director Responsable del equipo y representante de la sexta generación de confiteros. 

La situación actual con el covid como telón de fondo , no ha cambiado el ritmo de trabajo habitual. «Afortunadamente nuestra producción no se está viendo afectada de ninguna forma; lo que sí ha cambiado ha sido la forma de realizar los pedidos. Ahora el cliente final tiene algo más de cautela, los hace más escalonados y con mayor previsión», explican. Lo que sí han experimentado es un crecimiento del 200% de la venta online. «Hemos notado este incremento sobretodo en el confinamiento, donde el único punto de venta era nuestra web», lo que ha servido también para afianzar a su clientela.

Sus famosos polvorones se hicieron famosos a nivel nacional e internacional. Hoy están presentes en Suecia, Inglaterra, Francia, entre otros países. Elaborados artesanalmente con la mejor material prima (harina de trigo, azúcar, manteca de cerdo y canela), han mantenido los mismos criterios de calidad desde el origen. 

Del mismo modo cuidan de todo detalle durante el proceso de elaboración . «Tratamos la harina y el azúcar, con ello elaboramos una masa que más tarde se corta y se cuece», explican. Este año calcula que las cifras de su producto estrella oscile entre los 180.000 y 200.000 kilos, lo que se significa en 100.000 polvorones diarios. 

A él se ha sumado este año un nuevo producto, el polvorón de almendra , elaborado sin perder la esencia de lo artesano. «Le añadimos trocitos de almendra marcona de origen español de muy buena calidad triturada», matizan. Una nueva propuesta que se engloba dentro de la política de crecimiento de la empresa y la búsqueda de nuevos mercados con el objetivo de ofrecer al consumidor una mayor variedad de Dulces el Toro. 

En  2016 ya sorprendieron con  un nuevo producto, el Torito de Chocolate , un mantecado bañado en chocolate, que se ha convertido en una de las novedades más mimadas por la centenaria pastelería. Tampoco podríamos olvidarnos en estas fechas de la pasta de almendra, un producto que ha visto incrementada la demanda llegando a alcanzar actualmente los 15.000 estuches, que se traduce en 8.000 kilos de producción. 

Uno de los retos en el que trabaja la empresa es en salir de la estacionalidad del consumo de este producto y que se venda a lo largo de todo el año.