Cuando nos planteamos realizar un viaje, son muchos los destinos que pasan por nuestra cabeza, normalmente suelen estar relacionados con lugares paradisíacos, llenos de calor, agua y vida. Un turismo de descanso contemplativo que puede ser una decisión acertada en incontables ocasiones. Pero es cierto que existe un turismo más allá de los resorts y los chiringuitos de sol y playa, hablamos de la experiencia de encontrarse con la verdadera naturaleza, de la sensación de aventurarse en todo un territorio por explorar y aquí es donde un país como Islandia entra en juego. Viajar al país más alejado de los destinos turísticos típicos de Europa, puede suponer un viaje con una multitud increíble de cosas por hacer y descubrir.