Las pérgolas aportan funcionalidad y belleza a los espacios exteriores

Una de las ilusiones de cualquier familia es contar en el hogar con un espacio al aire libre para la diversión y el relax. Una estancia de este tipo tiene elementos que la identifican y uno de ellos definitivamente es la pérgola, que hoy en día se puede conseguir bioclimática, reduciendo la energía consumida al controlar eficazmente la temperatura.

Un elemento que se ha convertido en protagonista, en áreas externas como terrazas, jardines, piscina y balcones, es la pérgola , una estructura que además de ser funcional es decorativa, por lo que será el complemento perfecto para este espacio que, por lo general, se adecúa para el disfrute e interacción social.

Sus ventajas van más allá de ser un simple cubrimiento. Se trata de una estructura que bloquea la acción de diversos elementos externos, por lo que resulta ideal para prevenir el deterioro del mobiliario y piezas decorativas o de diseño, que suelen incorporarse a los espacios exteriores.

Las pérgolas modernas contienen sistemas para captar y canalizar el agua de lluvia , la que se podrá dirigir hacia la zona que el propietario desee, bien sea al exterior de la vivienda, o también para el riego de áreas verdes o para el suministro de un estanque ecológico.

Son perfectas para cubrir cultivos de gran variedad de plantas ornamentales. Y es que en sí misma, una pérgola es un elemento ornamental por excelencia , que enmarca áreas al aire libre, a las que se le quiera dar un toque romántico o de diseño vanguardista.

Otra de las funciones que cumple, es la de delimitar espacios para darles una función puntual, es decir, hace las veces de un cerramiento que puede servir para hacer una extensión del inmueble sin ejecutar obra , ya que por lo general se sustentan con estructura propia. Y es que, gracias a las pérgolas, se puede incorporar un área externa a la vivienda, como si se tratase de un ambiente interior más.

Regulan la temperatura

Algunas pérgolas de jardín están compuestas por lamas que se mueven con dirección hacia donde se ubica el sol, con el fin de regular el calor y el exceso de luz, y además controlar la circulación de aire fresco, convirtiendo las estancias en ambientes agradables en todo momento.

Y es que las pérgolas bioclimáticas cuentan con sistemas de protección solar que permiten a los habitantes de una vivienda y los visitantes, disfrutar cómoda y adecuadamente de espacios al aire libre, lo que además supone ahorro de energía.

Las lamas de estas pérgolas son motorizadas y, valiéndose de sistemas avanzados de domótica, podrán ser programadas y reguladas por las personas, mediante el móvil o tablet con la aplicación requerida.

Estas estructuras son, si se quiere, un nivel avanzado de disfrute. Las pérgolas bioclimáticas de Saxun son un claro ejemplo de la funcionalidad y belleza que aportan estas estructuras, que además presentan diferentes formas de montaje y se pueden modular.

Las pérgolas bioclimáticas no sólo se circunscriben a su relación con el control de la temperatura, vienen en diversos acabados y colores que se adaptan a varios requerimientos de diseño, incluso pueden llegar a tener algún nivel de personalización .

Un tipo para cada espacio

El tipo de pérgola a escoger dependerá del área en la que se instalará y su diseño. Hay una gran variedad de tipos, modelos y materiales de elaboración , lo que le imprime mucha versatilidad a este elemento.

Entre las más utilizadas, está la pérgola de madera, cuyo aspecto rústico resulta ideal para un área que evoque a lo campestre. Por las características de este material, estas pérgolas requieren un mantenimiento especial para que resista los envites climatológicos.

Además, están las pérgolas metalizadas, generalmente de aluminio, que resultan resistentes y duraderas, sin embargo, son vulnerables a factores externos, por lo que también requieren cuidados especiales. Se acoplan a diseños modernos o urbanos .

Igualmente, hay pérgolas elaboradas con bambú, que se ajustan a un ambiente natural y las de hormigón preformado, para que el espacio que cubra se adhiera a la estructura de la casa.