Dos pisotones llevan a un cruel despertar del Real Valladolid en el Metropolitano

Álvaro Rubio en un claro intento de cambiar como fuera la dinámica que invitaba a otro ridículo en el Metropolitano, estadio esquivo donde nunca el Valladolid había conseguido ni siquiera marcar un gol jugó a inventor, primero dejando en casa a los expedientados Luis Pérez y Latasa, y después con un once revolucionario con nada menos que ocho novedades con respecto a la humillación ante el Getafe. Solo Ferreira, Candela y Sylla, aguantaron los galones de titulares dejando en el banquillo a jugadores con mayor peso dentro del equipo como Iván Sánchez o sobre todo Raúl Moro. Y a este experimental Real Valladolid le salió bien la jugada, al menos para no ser otra vez ninguneado y ridiculizado.

Y más después de una afortunada jugada a los 19 minutos tras un saque de córner a cargo de Darwin Machís que impactó en la mano de Lenglet y que tuvo que intervenir el VAR. El penalti fue transformado por Sylla engañando a Oblak (0-1).

Pero la alegría, sin duda del todo inesperada, apenas le duró cuatro minutos al Real Valladolid. Porque de nuevo el VAR entró de oficio para sancionar un pisotón en el área de Javi Sánchez a Giuliano cuando este ya había sacado el balón. VAR y... penalti que transformó Julián Álvarez. El gozo en un pozo porque el Real Valladolid, bien plantado en el campo y agazapado atrás con una última línea defensiva que por momentos llegó a ser de hasta seis jugadores, vio como el Atlético, jugando muy ancho con sus laterales, sacó petróleo seis minutos después de nivelar el marcador por mediación de Giuliano, que supo marcar el espacio, aprovecharse de Javi Sánchez que rompió el fuera de juego y desbordar en su carrera a Henrique para poner el 2-1.

La racanería del Atlético y Simeone, con la línea muy arriba pero sin apenas presionar a los centrales otorgó vida a un Real Valladolid al que no le duraba mucho el balón pero que tuvo la osadía de empatar en otra jugada a balón parado concedida otra vez por Lenglet, con una falta sobre Chuki en la frontal del área que le costó la amarilla. El chut de Javi Sánchez, con la colaboración de la defensa tras impactar en Gallagher, despistó a Oblak para firmar un increíble 2-2 y frotarse los ojos.

Pero 15 minutos después y tras agitar el banquillo Simeone con la entrada de Sorloth, Riquelme, Le Normand y Molina, mutó del pasotismo a la ambición, y de nuevo un error grosero de de Henrique, que llegó tarde y no está para estas lides, regaló otro penalti por pisotón a Llorente que materializaría de nuevo Julián Álvarez (3-2).

Los cambios del Real Valladolid , al contrario de los del Atlético, hicieron perder el orden al Real Valladolid, desbordado una y otra vez por su izquierda. Y es que el 4-2 y la sangría para el Real Valladolid llegó ocho minutos después con un rechace aprovechado por Sorloth tras paradón de Ferreira (uno de los mejores) a remate de Julián Álvarez. Fin al sueño y cruel despertar para un Real Valladolid que pese a todo, al menos acabó en pie.